A partir de una directriz del Gobierno nacional, en el marco de una adecuada gobernanza del agua, la recuperación hídrica y territorial del río Bogotá debe contemplar la participación de todos los sectores y municipios vinculados a esta cuenca hidrográfica.
“En un ‘efecto dominó’ se deberán incorporar políticas, programas y proyectos viables en los instrumentos de ordenamiento y gestión territorial, al tiempo que deberán funcionar todas las instancias de colaboración existentes, es decir, vincular a todos los ciudadanos partícipes de la problemática”.
Así lo afirma Néstor David Cruz García, magíster en Ordenamiento Urbano Regional de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien desarrolló una aproximación al ordenamiento y la gestión territorial teniendo como eje central al río Bogotá.
En su tesis de maestría plantea unos lineamientos de gestión territorial para Bogotá y cuatro municipios del borde occidental –Soacha, Funza, Mosquera y Cota–, los cuales se elaboraron a partir de dos grandes conflictos: la gobernanza del agua y la gestión territorial.
Según el investigador, históricamente en el país ha existido una falencia en la forma de tratar los recursos hídricos, ya que se ha priorizado la accesibilidad y la calidad, pero se ha descuidado la necesidad de garantizar el ciclo del agua y el uso sustentable de los recursos hídricos.
Sin embargo, también reconoce que a partir de la “Sentencia del río Bogotá”, emitida por el Consejo de Estado en 2014, se lanzó un salvavidas al río Bogotá, al plantear una serie de elementos que han aportado y funcionan hoy para transformar territorialmente la principal fuente hídrica de la capital del país.
El Plan de Ordenamiento Territorial (POT) presentado ante el Concejo Distrital considera, además del uso de las tierras, los aspectos involucrados en el manejo del río, aunque diferentes actores se han manifestado en contra de algunas propuestas contempladas en el POT.
“Algunas veces los planes de desarrollo funcionan de manera autónoma y desconocen parámetros y lineamientos de sus POT; hay vacíos en la actualización y una visión fragmentada del territorio entre los municipios y Bogotá”, explica el magíster Cruz.
Por ejemplo, fue materia de discusión que en algunos apartados del POT –en los que se describe el proyecto Ciudad Río– se proponga usar la franja de 300 m que hasta ahora se había mantenido libre en la periferia del río.
De interés departamental
El río Bogotá afecta no solo a los ciudadanos de la capital, sino que es un asunto de interés departamental puesto que también incide en los demás municipios, en las actividades y en la cotidianidad misma de todos sus habitantes.
Algunos de los lineamientos para alcanzar una gobernanza eficaz son unificar la visión de desarrollo territorial fundamentada en una adecuada gobernanza del agua y articular los POT desde su formulación garantizando una visión concertada en torno a los recursos hídricos.
Los lineamientos incluyen, además, definir políticas, objetivos y estrategias enmarcados en el uso sustentable de los recursos hídricos para una adecuada gobernanza del agua.
Por otro lado, se recomienda proponer programas y proyectos estratégicos y viables en torno a la gestión de los recursos hídricos y ejecutar estrategias simples con alto impacto sobre los territorios con conflictos acentuados.
Estos cinco lineamientos guardan una jerarquía de ejecución para hacer más plausible su eventual aplicación y consideración por las autoridades pertinentes.
“Los lineamientos están diseñados para fomentar la cohesión territorial en torno a los recursos hídricos, en este caso particular para permitir que el río Bogotá se transforme, retome su condición ambiental natural y con ello se estimule la apropiación de un río que identifica a todos los cundinamarqueses”, sostiene el magíster.
Esta línea de acción fue diseñada por medio de metodologías que involucran un enfoque sistémico, el cual integra cada parte dentro de un todo; además de un análisis de discurso, que revisa los lineamientos de política existentes y otro de stakeholders, que aborda las partes interesadas, en la cual se realizaron entrevistas semiestructuradas a autoridades y habitantes de las zonas involucradas.
En este contexto, integra tres acercamientos al territorio para conocer de primera mano problemáticas, tendencias y oportunidades: un diagnóstico territorial, una aproximación jurídico-administrativa al territorio y un acercamiento social a este.
Agencia de Noticias UN