La ecología urbana de Río está compuesta por tres parques naturales, el Jardín Botánico, una selva tropical y las playas de Copacabana.
El paisaje cultural urbano fue el que impulsó a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), para decirse por Río de Janeiro como un lugar Patrimonio Mundial, decisión tomada desde 2012 pero sólo certificada el pasado martes.
De acuerdo con la descripción de ciudad publicada por la UNESCO en relación con Río, la ciudad brasilera “une los elementos naturales clave que han inspirado el desarrollo urbano: desde las cumbres de las montañas del Parque Nacional de Tijuca hasta el mar. Incluye también los Jardines Botánicos, creados en 1808, la cumbre del Corcovado, con su famoso Cristo, las colinas que rodean la bahía de Guanabara y los amplios paisajes de la bahía de Copacabana”, detallan.
Además, resalta el organismo internacional, Río ha logrado hacer de sus playas más concurridas un cúmulo de “escenarios de la cultura viviente de esta espectacular ciudad”, reconociendo además que Río es “la inspiración artística que ha brindado a músicos, paisajistas y urbanistas”.
Este reconocimiento, convierte a Río en la primera ciudad reconocida como Patrimonio Mundial en esta categoría de paisaje culturas, puesto que en las anteriores decisiones la distinción fue otorgada a espacios naturales, jardines, bosques, reservas o sistemas agrícolas que funcionan de manera tradicional.
Para que la ciudad recibiera oficialmente esta certificación, el Gobierno de la ciudad carioca debió emprender un camino lleno de informes y detalles, tendientes a argumentar cómo lograrán proteger este patrimonio que integra dentro de su componente natural a los parques Flamengo, Pan de Azúcar y Corcovado; y a la playa de Copacabana, el Jardín Botánico y la selva tropical de Tijuca.
