Si vas a viajar tienes que saber esto: debido al lobby de los fabricantes, los países de la región tienen un retraso de 20 años en normas que obliguen a las marcas a proveer vehículos con mayor seguridad. ¿El tuyo lo es?
Semana Santa de 2017. Carretera Guerrero – Michoacán: el bus en el que viaja una familia para sus vacaciones choca con un camión cisterna. El resultado fatal es de 24 muertes.
La senda de siniestros viales viaja a alta velocidad por Latinoamérica durante esa semana de ‘descanso’. En 2017, por ejemplo: Nicaragua: 20 muertes. Colombia: 78 víctimas. Ecuador: ocho muertos y 32 heridos. Chile: 16 muertos. Argentina: cálculos indican que hay 22 muertes diarias en el país.
Estos datos que apenas tocan la superficie del problema de seguridad vial en Latinoamérica (según la Organización Mundial de la Salud OMS, cada año hay más de 85.000 muertes); son una muestra de lo que este periodo de descanso y vacaciones en ciudades y municipios latinoamericanos representan en riesgo para la vida: un corto lapso pero peligroso debido al gran número de vehículos que circulan por las vías y carreteras en más de 20 países. El año anterior solo en Colombia se movilizaron en esa semana cerca de 9’000.000 de vehículos.
Y a ello se suma un dato fatal: los vehículos en Latinoamérica no son los más seguros. Tienen, según Alejandro Furas, Secretario general de Latin NCAP, Programa de Evaluación de Vehículos Nuevos para América Latina y el Caribe; graves deficiencias e incluso un retraso de dos décadas respecto a Europa en la implementación de dispositivos de seguridad que protejan la vida de sus ocupantes.
“La industria automotriz es muy poderosa e influye a los gobiernos a voluntad, por ello es inadmisible que en Latinoamérica se vendieran vehículos sin medidas de protección lateral, algo que se exige en Europa desde hace 20 años”, denunció el experto en diálogo con LA Network (ver vídeo).
Tanto el uruguayo Furas como el italiano Edoardo Gianotti, Secretario del Grupo de Trabajo en Seguridad Pasiva de los Vehículos y miembro del Foro Mundial para armonización de Reglamentos de Vehículos de la Comisión Económica para Europa de la Naciones Unidas; advirtieron en el I Congreso Internacional de Seguridad Vial realizado hace poco en Medellín (Colombia), que es necesario que los países se acojan a las especificaciones de la ONU en materia de fabricación de vehículos; sin embargo, aceptaron también que no hay obligatoriedad de nadie a cumplirlas, son solo ‘sugerencias’.
Los ciudadanos tienen el poder de exigir mejores autos
¿Sabes qué tan seguro es tu vehículo? Latin NCAP se dedica desde 2010 a adquirir vehículos y chocarlos, literalmente, a 64 kilómetros por hora con el fin de evaluar sus capacidades de proteger a los ocupantes.
Según los resultados de esa evaluación, se le asignan estrellas a ese vehículo: cinco estrellas para el más seguro y cero estrellas para el menos seguro, en dos dimensiones: seguridad adultos y seguridad para niños.
“Tenemos un problema en Latinoamérica, somos muy conformistas. Cuando vemos un incidente de tránsito y una persona resulta cuadripléjica, decimos ‘al menos se salvó´ pero tal vez, en un vehículo con una sola bolsa de aire (airbag), esa persona solo hubiera sufrido una fractura”, advirtió Furas.
Agregó que Latin NCAP es básicamente una organización de consumidores y son precisamente consumidores informados los que pueden, como una ciudadanía activa, a partir de la información entregada por la ONG, decidir qué marcas compra y cuáles ‘castiga’ dentro del mercado hasta obligar a los fabricantes a hacer esos vehículos mucho más seguros.
El Secretario General de NCAP usó como ejemplo de un caso de éxito del empoderamiento de las organizaciones de consumidores; lo sucedido con el modelo Onix en Brasil y del que se vendían más de 250 mil unidades al año, el más vendido en el país.
“A principio de 2017 testeamos el vehículo en impacto lateral, una especificación que se exige en Europa desde 1995 pero que en Latinoamérica no hay ni un solo país que la exija. El resultado de esa prueba fue de cero estrellas”, relató el experto uruguayo.
Frente a ese resultado, continuó Furas, la marca decidió mejorar el vehículo. A partir del finales de 2017 se inició esa producción y en la nueva prueba el vehículo obtuvo tres estrellas en impacto lateral, lo que NCAP consideró como ‘aceptable’.
Agregó que en el entendido de que los fabricantes no son “casas de beneficencia” y tienen el objetivo de producir ganancias, la introducción de mejoras de seguridad en los vehículos; son el resultado de comprender y aceptar que si no mejoran, los consumidores dejarán de comprarlos y saldrán del mercado; un efecto poderoso de ciudadanía activa.
Tras enumerar más de siete casos de éxito, en el que distintas marcas y modelos de vehículos asumieron las responsabilidad de implementar dispositivos de seguridad tras evaluaciones negativas; el experto destacó que incluso las firmas ensambladoras ya estás etiquetando con las estrellas de NCAP sus mejores modelos.
“Esto demuestra que es posible hacer vehículos baratos, accesibles y con buena seguridad. Todos los cambios son producto de la presión de los consumidores sobre el mercado, pero hay algo muy importante: el consumidor debe informarse”, remarcó Furas.
Y tú, ciudadano latinoamericano, ¿ya te informaste para esta Semana Santa, sobre qué tan seguro es tu vehículo? Para saber más de los carros probados puedes visitar la página web https://www.latinncap.com/es/