La primera de estas iniciativas fue dispuesta en Morandé 83 y hasta la fecha ha recibido a unos 60 mil usuarios.
Las “Plazas de Bolsillo”, de las cuales ya hay seis en operación, hacen parte de un proyecto del Gobierno Regional Metropolitano de Santiago de Chile, que consiste en reutilizar espacios abandonados de la ciudad para transformarlos en parques públicos en favor del disfrute ciudadano.
La iniciativa, que además tiene tres intervenciones más en ejecución, parece convertirse en una asertiva apuesta por la recuperación de espacios familiares y con entretenimiento al alcance de todos los habitantes de la capital chilena, digna de imitar en otras ciudades no solo del país austral sino de toda Latinoamérica.
Tal ha sido el alcance de estas intervenciones barriales, que la Intendencia de Santiago ya tiene en su carpeta 15 peticiones de otros municipios interesados en llevar este desarrollo hasta sus territorios, y brindarles a los ciudadanos la oportunidad de recuperar espacios maltrechos y olvidados, y transformarlos para el bienestar común.
En total, las 15 propuestas formales recibidas incluyen 54 espacios urbanos que cumplen con las características aplicadas en Santiago para que se transformen en espacios de uso público, tras un proceso de selección y análisis. Por ahora, la Intendencia de Santiago buscará concretar al menos una “Plaza de Bolsillo” por cada comuna.
Las “Plazas de Bolsillo”, recientemente reconocidas con el premio Innovación otorgado por la Fundación Foro Innovación, podría durante este año duplicar su presencia en las comunas de la capital chilena y ya comenzaron a ser emuladas en otros países como México, donde el pasado 2 de febrero la ciudad de Monterrey dio apertura a la primera de estas iniciativas urbanas.