Los números revelan que durante el tercer trimestre del año hubo repuntes para destacar en el sector vivienda en México, que, con respecto al trimestre anterior, registró crecimientos muy importantes lo mismo en la venta de viviendas, que en el mercado de hipotecas.
En el caso de las viviendas hay que decir que los buenos resultados llegaron lo mismo en viviendas nuevas que en usadas… Y ya entrando en el detalle, habría que agregar que las operaciones se concentraron en el segmento de vivienda media.
En el caso del crédito hipotecario, considerando resultados de Organismos Nacionales de Vivienda (Onavis) y de la banca, las operaciones también se dividieron entre viviendas nuevas y usadas, pero habría que destacar que también hubo créditos con garantía hipotecaria que no se usaron para adquisición, como es el caso de los de liquidez, construcción o remodelación, o sustitución de pasivos hipotecarios, y habría que destacar también, en el caso de las hipotecas generadas por la banca privada, una marcada alza en el ticket promedio, que ya se ubica por arriba de 1 millón 500,000 pesos.
Así, si alguna vez viviendas nuevas e hipotecas compartían vehículo para recorrer una misma carretera, hoy son viajeros que se separaron y usan vehículos diferentes para, con algunas escalas compartidas, recorrer distintos caminos.
Y el resultado es evidente; si hace unos años los números de vivienda nueva y créditos hipotecarios eran los mismos, hoy hay que decir que, del total de créditos hipotecarios, cada vez son menos los que se destinan a la adquisición de vivienda nueva, segmento que, medido por el número de operaciones, ya representa menos de la mitad del total de créditos hipotecarios que se generan en el país.
Y en estos momentos no hace falta una Bola de Cristal para decir lo que va a pasar en el sector vivienda, en que a pesar de los esfuerzos de los Onavis, los inventarios de vivienda nueva se van acabando, no hay inicios de obra u obras en proceso que puedan reponerlos y, lo que debiera tener muy preocupados a todos, se ha dejado de hacer vivienda de interés social.
Todo apunta a que las operaciones se seguirán concentrando en el mercado de la vivienda media debido a las dificultades que en cuanto a permisos y costos de suelo implica generar vivienda de interés social, y a la incertidumbre que la crisis ha llevado a los potenciales compradores para los segmentos media-alto y residencial.
Todo apunta también a que las tuberías de la vivienda media también se irán secando ante los altos costos del suelo y las innumerables trabas regulatorias, lo que en conjunto representa un escenario complejo en materia de vivienda y lo que ella representa como satisfactor social, generación de empleo y desarrollo de las economías locales.
-Y ojo, eh, que ante una crisis como la que estamos viviendo, es absurdo desperdiciar el potencial que como actividad anticíclica en innumerables ocasiones ha demostrado tener la vivienda-.
De nada sirve que existan todos los créditos hipotecarios del mundo si no existen casas que comprar…
No se pueden vender las viviendas que no existen…
No hay que confundirse; no es que el mercado se haga chiquito o que hagan falta empresarios o inversionistas… Es que no hay condiciones para crear la oferta indispensable para atender la demanda.
Repito, bancos y Onavis han hecho la chamba. Quienes no la han hecho son los gobiernos locales, que no han reconocido la evidente urgencia de hacer las viviendas que cada lugar necesita, y que a ellos toca la obligación de crear condiciones que permitan hacerlas dónde, cómo y para todos.