Por qué la seguridad hídrica es nuestro desafío actual más urgente

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Gim Huay Neo
5 noviembre, 2023 - Ecología Urbana

A solo seis años del plazo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el mundo sigue muy atrasado, particularmente en las metas relacionadas con el agua. Debemos dar pasos rápidos y significativos para lograr un mundo con seguridad hídrica. Pero ¿qué implica eso en la práctica?

Satisfacer las necesidades mundiales de financiamiento para proyectos de agua es un desafío particularmente grande. Foto de George Becker: https://www.pexels.com/es-es/foto/fotografia-en-escala-de-grises-de-la-mano-165985/

La seguridad hídrica va mucho más allá de si hay demasiados o muy pocos recursos físicos. Apunta directamente a todos los aspectos de nuestro desarrollo y nuestro bienestar como personas en un planeta habitable. Necesitamos agua suficiente y de calidad para mantenernos sanos, sustentar nuestros medios de subsistencia, hacer crecer nuestras economías y proteger nuestros ecosistemas. La seguridad hídrica abarca desde los desastres relacionados con el agua y las enfermedades transmitidas por el agua hasta los conflictos por los recursos compartidos y los problemas de gestión, la biodiversidad y la calidad de las aguas subterráneas.

A pesar de los compromisos mundiales, nuestros avances en el objetivo de la seguridad hídrica para todos son demasiado lentos. Según estimaciones, para 2030, la demanda mundial de agua dulce superará a la oferta en un 40 % (PDF, en inglés), y 1600 millones de personas (PDF) no tendrán suministro de agua potable gestionada de manera segura.

En la actualidad, 4000 millones de personas viven en zonas con escasez de agua, y una de cada cuatro ciudades enfrenta inseguridad hídrica. El crecimiento demográfico aumenta la demanda de agua para producir alimentos y energía, y para hacer funcionar las ciudades. Y la contaminación del agua pone en peligro los recursos existentes: se estima que el 80 % de las aguas residuales de las empresas y los municipios se vierten sin haber sido tratadas, lo que podría contaminar el agua y otros recursos naturales.

El agua está vinculada estrechamente a numerosos desafíos, pero quizás ninguno tan apremiante como el cambio climático. La crisis climática altera gravemente el ciclo del agua del que dependen las personas y el planeta. El agua está en el centro de esta crisis: nueve de cada 10 eventos climáticos se relacionan con el agua. Las sequías y las inundaciones aumentan en intensidad, las aguas subterráneas se secan, las ciudades y las explotaciones agrícolas enfrentan escasez de agua y los glaciares se derriten a un ritmo acelerado.

En la COP28 (i), que se realizará en noviembre de este año y durante la cual la comunidad mundial hará un balance del progreso del Acuerdo de París, es crucial que el agua sea una consideración fundamental en todas las medidas climáticas.

¿Cuáles son las limitaciones en materia de seguridad hídrica?

Necesitamos una acción mundial urgente —y coordinada en todos los sectores y las instituciones— con el fin de garantizar la seguridad hídrica para todos. Aumentar la resiliencia climática y asegurar un uso sostenible del agua ayudará a optimizar la utilización de este recurso cada vez más escaso y variable. Es importante ampliar la inclusión para apoyar el desarrollo y permitir que se distribuyan los beneficios del agua. Para realizar estos cambios se requieren asociaciones, políticas y financiamiento. En términos prácticos, necesitamos una inversión y un financiamiento mucho mayores para destinarlos a la infraestructura relacionada con el agua y las instituciones —como los organismos encargados de las cuencas fluviales, las empresas de servicios públicos y los municipios— que pueden ayudar a construirla y mantenerla.

Satisfacer las necesidades mundiales de financiamiento para proyectos de agua es un desafío particularmente grande. Estimaciones indican que se requerirá la asombrosa cifra de USD 6,7 billones antes de 2030, y de USD 22,6 billones de aquí a 2050 (i) para financiar la nueva infraestructura hídrica. Sin embargo, el sector del agua atrae actualmente menos del 2 % del gasto público en el mundo, y la inversión privada alcanza un nivel similar en los países de ingreso bajo y mediano. Es necesario un mayor financiamiento, junto con enfoques más innovadores, para maximizar el impacto de los fondos.

El crecimiento demográfico aumenta la demanda de agua para producir alimentos. Fotografía: Nana Kofi Acquah/Creative Commons.

El poder de las asociaciones

Líderes mundiales, incluidas instituciones internacionales como el Banco Mundial y el Foro Económico Mundial, junto con Gobiernos y la sociedad civil, están poniendo en práctica una visión común sobre la seguridad hídrica.

El Grupo de Recursos Hídricos 2030 (WRG 2030) (i) del Banco Mundial es sede de un fondo fiduciario de múltiples donantes, que utiliza el poder de las asociaciones para generar cambios en el sector del agua. Lo anterior se puede observar en Bangladesh, donde las comunidades enfrentan una grave crisis de contaminación. Muchos ríos están biológicamente muertos, y la contaminación causa el 28 % de las muertes (i). El déficit de financiamiento del país para gestionar la contaminación del agua, que se prevé ascenderá a USD 6600 millones para 2040 (PDF, en inglés), es demasiado cuantioso para subsanarlo solo con fondos públicos. Por ello, la colaboración se vuelve crucial. El WRG 2030 reunirá a partes interesadas de los sectores público y privado para acelerar las inversiones, que incluyen USD 450 millones en financiamiento público y USD 100 millones en capital privado, y ayudar a abordar el desafío urgente de la contaminación del agua en Bangladesh.

En la última década, el WRG 2030 ha ayudado a promover la seguridad hídrica a través de asociaciones de múltiples partes interesadas en varios países. A principios de este año, el fondo fiduciario puso en marcha un nuevo plan estratégico con el objeto de catalizar la colaboración y el financiamiento para la elaboración de planes de acción sobre el cambio climático y la seguridad hídrica. La estrategia actualizada facilitará aún más la estrecha colaboración del WRG 2030 con el Banco Mundial y el Foro Económico Mundial para proporcionar financiamiento, innovación y capacidad de respuesta climática al sector del agua. A través de la acción colectiva, podemos dar pasos significativos hacia un mundo con seguridad hídrica.

Este blog se publicó originalmente en el sitio web del Foro Económico Mundial