Durante décadas, las ciudades fueron pensadas y diseñadas para priorizar a los automóviles, dando la espalda a las personas y limitando su acceso a los espacios públicos. Esto ha tenido un impacto directo sobre la calidad de vida de sus habitantes, y ha llevado al incremento del parque automotriz un 8% anual en América Latina.
En nuestros tiempos, y entendiendo el acelerado crecimiento de nuestras ciudades en la región, se hace urgente e impostergable repensar nuestras urbes desde una escala humana. Esto consiste en darle prioridad a los peatones, promover el transporte público y los medios alternativos, y diseñar espacios públicos de calidad que inviten al encuentro ciudadano. Como afirma el reconocido urbanista Jan Gehl, “primero moldeamos a las ciudades y luego ellas nos moldean a nosotros.”
En este contexto, la Ciudad de Panamá tiene importantes desafíos. La grave congestión vehicular, su limitada oferta de transporte público y sus escasos espacios peatonales representan diariamente una amenaza para la productividad, la convivencia y la calidad de vida de los panameños, haciéndose realmente necesario un cambio de paradigma: promover una ciudad más amable, caminable y que comparta sus espacios públicos a través de la participación y el compromiso de todos.
Uno de los principales desafíos urbanos de la ciudad es repensar lo que sucede en el corazón del corregimiento de Santa Ana, específicamente en el punto de encuentro entre la Avenida Central y la Avenida B en los alrededores de la rehabilitada Plaza 5 de mayo. En esta intersección, los vehículos particulares, el transporte público y los peatones compiten diariamente por el uso de la calle y del espacio, convirtiéndola en una zona de conflicto para la movilidad.
Sin embargo, esta zona tiene un gran potencial de ser la conexión de la ciudad con su centro histórico, de transformarse en un polo comercial y cultural de encuentro ciudadano, aprovechando su cercanía con importantes atractivos tales como la Peatonal, la Zona Paga de Metrobús, el Metro de Panamá, la Plaza de los Mil Días, la Plaza José Remón Cantera, el Museo Afroantillano, el Museo de Arte Contemporáneo, la puesta en valor del Museo Antropológico Reina Torres de Araúz (MARTA) y el nuevo mercado de artesanos.
Tomando en cuenta el valor estratégico de este sector —y en el marco de los 500 años de la fundación de la ciudad— el Lab Ciudades, la División de Transporte y la Gerencia de Conocimiento, Innovación y Comunicaciones del BID, de la mano con el Municipio de Panamá, la firma Ciudad Emergente, la organización cultural Via Plural y la asesoría de Gehl Architects, buscan desarrollar una visión sostenible e innovadora para la zona. Para ello, llevarán a cabo un experimento urbano de carácter temporal llamado“Panamá Camina: comparte la Central” que tendrá lugar entre el sábado 17 de noviembre y el domingo 16 de diciembre de 2018.
Este experimento o proyecto táctico de corto plazo utilizará el color, el mobiliario urbano, el arte y la cultura para promover la caminabilidad en el sector, construir identidad y crear un espacio de encuentro para todos –peatones, ciclistas, vehículos particulares y transporte público. Antes, durante y después de la intervención, se medirá su impacto sobre problemáticas urbanas y sociales del sector, las percepciones ciudadanas y la afluencia de usuarios, permitiendo a las autoridades locales evaluar sus resultados y planificar acciones a largo plazo.
El experimento urbano temporal, “Panamá Camina: comparte la Central”tiene tres objetivos principales:
- Diseñar espacio urbano para el encuentro ciudadano: a través del color, el mobiliario urbano, áreas de esparcimiento, zonas de descanso y resguardo del clima, así como escenarios de exposición artística que permitan la apropiación de los espacios públicos y una experiencia diferente para vivir la ciudad.
- Generar convivencia a través del arte y la cultura: a partir deun programa cultural y comunitario articulado, que dialogue con las actividades urbanas planteadas para el espacio y muestre las múltiples posibilidades que el espacio ofrece como escenario para la creación y difusión artística, así como para la libre expresión, inclusión, vinculación comunitaria y reflexión. Una confluencia al aire libre de creatividad y talento que asocie a La central como un punto de encuentro de la diversidad y riqueza cultural de Panamá.
- Conectar y compartir las vías para una movilidad segura: permitiendo, en un mismo espacio, la interacción entre peatones, ciclistas, vehículos particulares y transporte público de una manera amable y segura, conectando los puntos de acceso al sector y dando prioridad a los ciudadanos más vulnerables.
A partir de este 17 de noviembre de 2018 te invitamos a ser parte de esta extraordinaria experiencia urbana y vivir una Ciudad de Panamá que invita a los ciudadanos a caminar sus calles, compartir los espacios y disfrutar la cultura. ¡Súmate al experimento! #PanamáCamina #ComparteLaCentral
Columna publicada originalmente en el Blog Ciudades Sostenibles, del BID.