‘¿Una mejor sociedad para Urabá? Hay que pensar siempre en equidad, equidad y equidad’

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LA Network
9 octubre, 2017 - Inclusión

Luis Fredy Mejía Betancur es una de las personas que más conoce Urabá. LA Network habló con él para conocer sus criterios sobre esta región resiliente y las claves de ese futuro que la región espera.

Su hablar fresco y espontáneo podría no corresponder con el profesional en Ciencias Humanas y múltiples títulos de posgrado que, además, ha ocupado en Urabá distintos cargos de alto nivel durante más de dos décadas que los han llevado a conocer con profundidad a la región, su gente, sus dolores, sus tristezas pero también su capacidad resiliente: sus luchas por recuperarse y su anhelo de futuro.

En este momento funge como Gerente del Programa de Desarrollo con enfoque territorial de la Agencia de Renovación del Territorio, ART. Sin embargo, LA Network quiso hablar no con el funcionario del nivel nacional sino con el hombre que se ha ‘patoniado’ y sentido la región desde su mirada.

¿Qué requiere la región que fue foco del conflicto luego de la firma de los Acuerdos?

“La riqueza natural de Urabá ha traído mucha gente y es una región de grandes oportunidades y tiene que enfrentar retos económicos, políticos y sociales. Tiene que hacer desarrollo sostenible más planificado, más equilibrado, que genere bienestar a todas las comunidades. Pienso que lo que Urabá ha logrado para Colombia es un modelo de gobernanza,  como la capacidad de la sociedad civil, de los actores, para juntarse y tener logros importantes”.

¿Cómo cuáles?

“Como mejorar gobiernos, construir confianza, articular para mejorar la calidad de vida, la inclusión social, la integración regional”

¿Entonces Urabá ya está preparada para superar la adversidad y pensar en el futuro, es decir ser resiliente?

“Hace años usted decía que llegaba de Urabá o que venía, le decían en tono de broma ‘Comandante’ porque lo relacionaban con esa violencia y fenómenos del conflicto. Pero ahora Urabá tiene a la espalda un morral que ha ido llenado de poco. Por ejemplo, ya hay ejército, policía,  colegios, universidades y toca con esos nuevos elementos llenar el morral, para hacer el viaje de la esperanza y el desarrollo.

¿Qué más lleva ese morral de esperanza?

Antes, cuando una persona nacía en Urabá y otra en Medellín, no tenían las mismas condiciones. Solo esa diferencia lo ponía en desventaja pero ahora el morral se va llenando y ya no es lo mismo. Urabá sí está ya preparada en términos de participación ciudadana, de acceso a la justicia, toda esa institucionalidad alrededor lo pone como un territorio que ya demostró que es capaz de perdonar, es un territorio que es capaz de trabajar: las víctimas y victimarios trabajan juntos. Eso que se pretende en el país, acá ya se está haciendo”.

Luis Fredy Mejía Betancur, Gerente del Programa de Desarrollo con enfoque territorial de la Agencia de Renovación del Territorio, ART.

Usted señala que los indicadores de calidad de vida son bajos en Urabá, ¿cuáles puede mencionar?

“En Urabá sigue el déficit de vivienda.  Así se haya hecho el esfuerzo con EPM, siguen los problemas de cobertura en servicios públicos;  en el acceso a primaria los muchachos no permanecen, hay una deserción muy alta. La calidad de la educación sigue siendo baja. El tema de la  afiliación a la seguridad social, el acceso a cobertura en vacunación y nutrición; saneamiento básico y agua potable y esos siguen siendo retos. Somos capaces y en ese sentido el Foro Urabá de sostenibilidad  que se va a realizar puede ser muy útil para repensarnos, conocer cosas que no conocíamos”.

¿Se ha demostrado que eso genera violencia. ¿Qué se debe hacer para superarla, ser resilientes ante esos factores?

“En Urabá estamos a tiempo que no pase lo que ha pasado de manera crítica en Buenaventura, Tenemos la capacidad de perdón y avanzar a pesar de las situaciones complejas, si logramos articular muy bien esto con los desarrollos portuarios, con el hábitat, con el medio ambiente, con el agua; todavía estamos a tiempo. Tenemos que plantearnos bien porque Urabá es muy rural y podemos hacerlo bien antes de que se vuelvan críticos algunos temas”.

¿Se refiere a la violencia? ¿Es latente la violencia en Urabá?

“Las condiciones de inequidad en el territorio generaron el caldo de cultivo que convierte a los jóvenes en ‘carne de cañón’ y eso generan factores de riesgo y que sean reclutados. Si esos problemas de inequidad se acaban, es lo mejor. Ahora hay que decir que la violencia tiene mucha voz. En Urabá es muy poca la gente que genera violencia pero se hace mucha bulla. Si yo pudiera decir ‘magia, magia’ y los fusiles desaparecieran, si las armas desaparecen, los muertos son más por violencia intrafamiliar y accidentes de tránsito. Peor se ve la muerte de un niño por desnutrición y no pasa nada pero si muere en el conflicto sí hay ruido”.

El Foro habla de sostenibilidad, ¿qué punto es clave en medioambiente?

“Es clave la Serranía de Abibe. El tesoro es el agua  algunos países se tardaron en comprender pero lo hicieron y es que la clave es el agua. Cómo hacemos para trabajar y a la vez como cuidar ese tesoro y ver cómo vamos poblando, que entendamos bien que el agua se afecta si no planificamos bien las fronteras agrícolas e implementar la tecnología y la innovación en la agricultura. Y digo agricultura porque se afirma que Urabá es agroindustrial y yo difiero de eso, creo que estamos en ese camino, hay que trabajar para darle valor agregado a este sector”.

¿En conclusión, hay resiliencia, hay esperanza para Urabá?

“Hay  que decir que hoy los escenarios en búsqueda de la construcción de la equidad son cada vez mejores, que nos vaya mejor a todos. Son mejores pero falta mucho y la invitación es siempre a considerar siempre la esperanza, la reconciliación con un enfoque muy de la solidaridad para construir una mejor sociedad y para una mejor sociedad, siempre equidad, equidad, equidad”.