Confianza:
- “Esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, sea o funcione de una forma determinada, o en que otra persona actúe como ella desea”.
- “Seguridad, especialmente al emprender una acción difícil o comprometida”.
Sobra decir, y más después de haber hecho esta sencilla googleada, que la confianza es o tendría que ser insumo fundamental en el proceso de hacer crecer una economía y cualquiera de los sectores productivos que la integran.
Y ojo, porque confianza es también insumo fundamental en el proceso de toma de todo tipo de decisiones de cualquier persona.
Nadie va a invertir si no tiene confianza en que existen y se mantendrán las condiciones que habrán de permitir que su inversión llegue a buen término.
Nadie va a comprar una casa si no tiene confianza en que existen y se mantendrán las condiciones que le habían hecho tomar la decisión de hacer esa inversión.
Lo malo es que la confianza es un activo delicado y caprichoso… Basta un instante para destruir algo que había tomado años construir…
Y hoy resulta que la confianza está bajo fuego… Minada por procesos políticos que vienen a complicar aún más lo que de por sí estaba complicado como resultado de la inevitable globalización.
Y eso es peligroso, porque lo que hoy vivimos, aunque muchos no terminen de reconocerlo, es una economía que crece poco… Pero crece…
Y crece con variables macroeconómicas sólidas; inflación contenida, lo mismo que tasas de interés y desempleo…
Por supuesto, quisiéramos crecer por encima de ese 2 % y quisiéramos niveles salariales que en verdad representaran mejoría en capacidades adquisitivas y permitieran cerrar esa enorme brecha que separa a ricos de pobres.
Claro que quisiéramos que hubiera mejores empleos… Empleos formales, con seguridad social…
Quisiéramos que las Pymes fueran menos pymes y que se fueran formalizando…
Y esto se consigue con desarrollo económico, e idealmente con que este desarrollo económico fuera más parejo e inclusivo.
Y para lograr esto se necesita dar mantenimiento frecuente a la confianza…
Claro, este papel de construir, mantener y hacer crecer la confianza es responsabilidad de todos… Aunque si a todos nos toca, a unos les toca más que a otros… Y en este caso, son las autoridades quienes tienen la mayor responsabilidad en este proceso de construcción de confianza.
Porque la confianza se construye a partir de la calidad de los programas de gobierno y la eficiencia que se tenga en llevarlos a cabo.
Se construye mandando señales claras y oportunas… Y actuando después en consecuencia.
Toca al gobierno construir confianza a partir de la claridad de las reglas, de su eficiencia y de la capacidad que tenga de acabar con la corrupción.
Toca entender que esta confianza es fundamental para poder trabajar e invertir en México.
Toca al gobierno, saliente y entrante, crear condiciones que permitan anclar la confianza…