En Uruguay, el Consejo Nacional de Diversidad Sexual se encarga del trabajo con los diferentes entes que componen este aspecto de la sociedad.
La ciudadanía, su diversidad, el derecho a las diferencias y las problemáticas cotidianas, hacen parte del lema que desde Uruguay se impulsa en el mes de la Diversidad Sexual: “Ciudadanía es Diversidad”, es la consigna de este año que fue lanzada en Montevideo y por primera vez a nivel nacional.
Para el Ministerio de Desarrollo Social – MIDES- los avances legislativos existentes, serán la base para proyectar los cambios culturales necesarios, por medio de los cuales buscan abatir los niveles de discriminación y centrarse en la construcción de una ciudadanía incluyente, en la que la meta sea empoderar a las personas sobre el ejercicio de conocer sus derechos.
“Las normas indican que esos derechos están; la Constitución de la República lo dice y las leyes ahora son más fuerte. Esos son problemas culturales”, remarcó el director nacional de Promoción Sociocultural del MIDES, Federico Graña
Para los activistas de la diversidad en Uruguay, el camino a seguir parte de que los ciudadanos, como eje de la sociedad, sepan que pueden gozar de todos los derechos, ejercerlos plenamente y al mismo tiempo, romper los mitos culturales.
En Uruguay, el Consejo Nacional de Diversidad Sexual se encarga del trabajo con los diferentes entes que componen este aspecto de la sociedad. En él, organismos educativos, activistas, líderes de derechos humanos y grupos gubernamentales, confluyen en pro de la integralidad, la integración y la aceptación de las comunidades.
Igualmente, los gobiernos locales (intendencias) planifican sus modelos de integración para sus comunidades, de los cuales ya han surgido propuestas como la Agenda de Arte y Derechos Humanos que se trabaja con la Intendencia de Canelones, al sur del país; y los programas de atención de salud a personas transexuales en el hospital Saint Bois, en Montevideo.
