¿A dónde pertenecemos cuando todo siempre está en movimiento? Preguntó Charles Landry a la audiencia de más de 2000 personas durante Idear Soluciones o Demand Solutions Mendoza.
El panel de creatividad durante la más reciente edición del evento, dejó a la audiencia motivada sobre el talento creativo y el futuro de las ciudades en América Latina y el Caribe. Esta sesión, que fue inaugurada por Charles Landry, autor de “The Creative City: A Toolkit for Urban Innovators” exploró las posibilidades de cómo las ciudades se suman a lo que él llama la “burocracia creativa”, un modelo de planeación elástica que tiene principios estratégicos, pero es flexible en las tácticas.
Sabemos qué es lo que queremos para las ciudades de América Latina, pero ¿cómo llegamos ahí? Para Landry, las ciudades deben ofrecer:
Cobertura
Posibilidades
Conexiones
Crecimiento
Inspiración
El arte y la cultura son parte de la inspiración que una ciudad ofrece a quienes la habitan. Según Landry, alrededor del patrimonio es donde surgen los “terceros espacios” que no son “ni el trabajo, ni el hogar”, sino “algo más” donde lo comercial y no comercial se unen. Espacios que propician la creatividad y la creación.
Las ciudades empiezan a evolucionar como espacios flexibles y fluidos en donde lo contemporáneo y lo tradicional están equilibrados. De esta manera, se crea una nueva identidad donde la ciudad no es sólo un lugar habitable sino un lugar de constante regeneración, donde la creatividad se convierte en un recurso renovable, y donde se reinterpreta el patrimonio local.
Seguido de Landry, Paula Silva, Erin Baumgartner, Luis Bruno y Trinidad Zaldívar subieron al escenario para analizar cómo los creativos se desenvuelven durante la evolución de las ciudades. Desde sus diferentes espacios, compartieron cómo los retos de las ciudades del futuro se pueden resolver a través de un enfoque multidisciplinario, donde los creativos se convierten en una parte indispensable de los equipos que proponen soluciones.
Luis Bruno, en su papel como Decano de la Facultad de Arquitectura Diseño y Desarrollo Urbano de la Universidad de Buenos Aires, considera que la diversidad y la multiculturalidad se han convertido en un elemento estratégico. Para él es importante que los problemas que se buscan resolver en el aula sean problemas de la vida real y promueve tener conversaciones que nos transformen. Por lo tanto, considera que es importante que las disciplinas encuentren un punto medio de comunicación, para que la política y la creatividad puedan colaborar para desarrollar ecosistemas urbanos sustentables y enfrentar otros retos de la política pública con soluciones creativas.
Podríamos creer que entre los principales retos de la región sería el acceso a tecnología altamente sofisticada, pero Erin Baumgartner del MIT Senseable City Lab explicó de manera simple cómo enfrentar los retos urbanos: “Es como preguntarse qué sobró a la hora de la comida, y pensar qué se puede crear con eso para la cena”, es decir, qué elementos nos rodean, y qué soluciones podemos crear utilizando esos elementos. Erin cree que este diálogo debe sumar voces de diferentes disciplinas que juntas ofrecen soluciones reales.
En el mismo sentido, Paula Silva del programa de Artes del British Council expresó sobre el contexto de América Latina “Cuando hay un obstáculo, es cuando grandes mentes se juntan (…) y los jóvenes que viven estos obstáculos son los primeros en encontrar maneras de desarrollar soluciones” a los retos que les rodean. Para Paula, las industrias creativas y culturales aportan a la creación de ciudades más inclusivas. El impacto de estas industrias se ve reflejado en el desarrollo urbano, y en la medida que las ciudades se innovan, el desarrollo impacta en otros sectores de la economía. Por ejemplo, el caso de Colombia, donde una ley logró que la industria del cine se convirtiera en atractivo para la inversión, permitiendo que ahora existan más de 250 películas colombianas siendo distribuidas en festivales alrededor del mundo y esto ha permitido que sectores como el turístico se beneficien, que, a su vez, beneficia al sector salud.
Trinidad Zaldívar, del Banco Interamericano de Desarrollo, mencionó cómo la revolución digital detonó el crecimiento de las Industrias Creativas y Culturales, hasta en aquellos sectores que podrían parecer lejanos a la revolución digital, beneficiando así a sectores de la población como las comunidades indígenas o las mujeres. Trinidad habló del sector artesanal en particular el caso de la startup Hilo Sagrado en el que las mujeres Wayuu han podido beneficiarse de la tecnología logrando aumentar el valor de sus productos al 600%, a diferencia de permanecer en canales tradicionales de venta; y la segunda perspectiva es el caso de Yuca-Tech un laboratorio de tecnología comunitaria que facilita la combinación de textiles y electrónica en la comunidad de Granada, permitiéndole a las artesanas desarrollar productos como telares solares y comercializarlos con mejor remuneración.
Para cerrar el panel de creatividad, Juan José Campanella Director, Productor y Escritor de Cine, habló sobre cómo la revolución digital ha ampliado las oportunidades para los oficios creativos, donde sectores como el cine y más recientemente la animación y los videojuegos se convierten en sectores con potencial de crecimiento enorme. De igual manera, la revolución digital ha permitido que la co-creación pueda ser remota y que en ciudades como Mendoza surjan los nuevos desarrolladores, animadores y cineastas del futuro. Por lo tanto, nuevos modelos, como El Potrero Digital una iniciativa privada apoyada por Campanella, ofrece una oportunidad a un segmento de la población como los ninis, que consiste en capacitación a estos jóvenes en temas relacionados con las industrias del cine.
El nuevo reto es saber dónde están los creativos de la región que pueden ser los creadores de soluciones de las ciudades del futuro. Para ello, el BID lanzó la Región Naranja, una plataforma que plantea hacer un mapeo de los creativos en la región para así entender cómo funciona el ecosistema creativo y qué alcances puede tener en la región. Región Naranja es la red de talentos creativos más completa y diversa, que busca convertir a América Latina y el Caribe en el hub de la creatividad.
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