Uno de los aspectos más valiosos del desarrollo de este piloto en terreno fue el poder conocer de primera fuente la opinión de los futuros usuarios de la movilidad autónoma, algo que resulta de suma importancia a la hora de generar política pública basada en evidencia y centrada en el bienestar de las personas.
El piloto no estuvo exento de desafíos, los que entregaron valiosos aprendizajes para anticipar la llegada de la movilidad autónoma a la región: estado de las calles, vegetación del entorno y acceso ininterrumpido a una red de datos celular. En esta línea, la ubicación es una de las decisiones clave a la hora de implementar un piloto de estas características.
Así, el esfuerzo colaborativo de muchas organizaciones para el éxito del piloto requiere de una gestión muy proactiva de parte del equipo coordinador, de manera que cada elemento del Plan de Actividades cuente con el adecuado seguimiento y articulación de esfuerzos, que no pueden estar exentos de una cuota importante de flexibilidad y agilidad, para la gestión de contingencias.
Así, respecto a la operación técnica propiamente tal, el vehículo pudo operar de acuerdo con lo programado, sin incidencias, un 63% de los 51 días oficiales de operación, esto es 32 días.
Durante el resto del periodo, en 7 días se presentaron inconvenientes de corta duración (resueltos el mismo día) y en 12 días se presentaron impedimentos mayores que detuvieron el servicio durante toda la jornada. El vehículo autónomo totalizó un 73% de horas disponibles realizadas correctamente. Fallas en la conexión a redes móviles de datos, provocaron algún incoveniente, lo que confirma la dependencia de estas tecnologías a este factor para una normal operación.
Además, fue importante contar con un equipo capacitado para la respuesta ante contingencias.
Esto confirma la relevancia de incorporar un componente de flexibilidad y responsabilidad operativa en el diseño del contrato con los operadores del vehículo, elementos que permitieron asegurar el cumplimiento de los objetivos del proyecto y fomentar una respuesta eficaz ante imprevistos.
Gracias a este piloto, en el listado de los 30 países líderes en preparación a la llegada de los vehículos autónomos, según KPMG, entra Chile por primera vez. Así, Chile lidera la región de América latina y el Caribe, ocupando el lugar 27. Además, entre otros países de la región en el ranking, se encuentran México en el lugar 28 y Brasil en el lugar 30.
¿Y qué sigue ahora?
Efectivamente, este piloto es tan solo el primer paso del desarrollo de un Hub de Conocimiento sobre movilidad autónoma, desde Chile para la región. Entre los pasos posteriores al piloto se encuentran actualmente en desarrollo los siguientes componentes:
- Ciclo de Charlas: Movilidad Autónoma y el Futuro del Transporte. A lo largo de 2020, se llevaron a cabo estas charlas sobre los horizontes del conocimiento en temas de transporte autónomo. Participaron expertos internacionales y líderes en el desarrollo de las tecnologías y conocimiento en el área. Algunos de los tópicos abarcados incluyen transporte público, seguridad vial, impactos urbanos, modelos de negocios, entre otros.
- AUTÓNOMO#MobilityChallenge: Proceso de Innovación, liderado junto a BID Lab. 8 desafíos relacionados con la movilidad autónoma, para el diseño de soluciones enfocadas en la mejora de estos servicios. Iniciativa enfocada en equipos de 3 o más personas, con al menos un miembro residente en Chile.
- Exploración de nuevos marcos normativos. Es necesario trabajar en el diseño de regulaciones. Deben promover su desarrollo y aplicación de forma adecuada, segura, sostenible y en línea con los objetivos de movilidad y ciudad.
- Nuevos pilotos en LAC. En otras ciudades del país, y en otros países de la región.
Los cambios que se avizoran en el sector transporte son altamente disruptivos. Por eso, el reto está en aprovechar las oportunidades que se nos plantean. En países desarrollados, el sector privado y la respuesta en preparación del sector público, muestran indicios de cómo la región debe iniciar este camino. Se requiere de esfuerzos colectivos, con proyectos elaborados de manera abierta y creativa, que permitan recolectar evidencia y obtener aprendizajes relevantes para su implementación.
Por todo esto, es esencial impulsar la transformación digital de instituciones privadas y públicas, y fomentar el conocimiento y la formación de capital humano a nivel local. Estas tecnologías deben adaptarse a nuestra región y enfrentar desafíos que nos plantea la movilidad autónoma, en evidencia tras este piloto.