A la capital guatemalteca ingresan diariamente un promedio de un millón 200 mil vehículos y el sistema tranviario movilizaría uno 250 mil pasajeros al día.
La Ciudad de Guatemala se sumaría a otras urbes latinoamericanas como Río de Janeiro, Medellín y Cuenca, y le apostaría a la posibilidad de un tranvía como opción de movilidad sostenible, y en detrimento del uso del vehículo particular para hacer los recorridos más importantes por los principales corredores viales y el centro de la ciudad.
Este sistema, que tendría por nombre MetroRiel, permitiría recorrer la capital guatemalteca de extremo a extremo en tan solo 40 minutos. Además, sería utilizado como mecanismo para frenar el crecimiento del parque automotor, el cual se acelera a un ritmo del 7% en carros y 20% en motos en el periodo de un año, y que propicia congestiones interminables en las que las velocidades máximas son de 10 kilómetros por hora.
De acuerdo con la empresa consultora española Idom, encargados del estudio de prefactibilidad, el recorrido del MetroRiel seria desde Centra Norte hasta Centra Sur, en un tramo que tiene exactamente 20.5 kilómetros. Este recorrido, perimiría que el nuevo corredor de movlidad sostenible aproveche alrededor del 85 % del derecho de vía que le corresponde a Ferrocarriles de Guatemala (Fegua).
El estudio, reveló que de acuerdo con las necesidades de los ciudadanos, el sistema en su primera etapa tendría 20 paradas, dentro de las cuales se destacan las de Pamplona (zona 13), La Terminal (zona 8), Estación Central (en el predio de Fegua de la zona 1), Gerona y Portales Metronorte (zona 17), estas últimas las cuales tendrían un mayor tamaño.
En relación con los costos de la puesta en marcha de este proyecto de movilidad sostenible, la firma analista estima que la Ciudad de Guatemala deberá buscar recursos cercanos a los tres mil 900 millones de quetzales, es decir, unos 540 millones de dólares. A esto, le deberán sumar lo necesario para avanzar en la compra de predios, las mejoras de vías aledañas y la mitigación del impacto social.
Además, será la oportunidad para que se impulsen nuevas plazas laborales, ya que se estima que para los tres años que demoraría la construcción de este sistema tranviario, se estarían requiriendo al menos dos mil 500 empleados, y una vez entre en operación, estarán dispuestas 800 plazas de trabajo.