Las vinazas, resultante del etanol que se produce tras la fermentación de los jugos de la caña, son la materia prima de este estudio.
Sebastián Escobar, ingeniero ambiental de la Universidad Nacional de Colombia, sede Palmira, adelanta investigaciones tendientes a la producción de biohidrógeno a partir de los resultantes de la fermentación de la caña de azúcar, abundante en esta zona del país.
La propuesta de este investigador, tiende a una producción de hidrógeno por vía biológica y de forma más segura, económica y asequible para la industria, como respuesta ante la problemática del uso exagerado de combustibles en la producción de energía, por cuanto los combustibles fósiles usados actualmente son no renovables y son menos disponibles con el paso del tiempo.
La investigación, según lo detalla el mismo Escobar, nació como una propuesta alternativa ante la falta de grandes reservas de combustibles en el país y como respuesta a lo que podría ser un proceso de combustión más limpio, por cuanto el hidrógeno durante su deflagración produce vapor de agua.
“No somos un país productor de petróleo, no tenemos grandes reservas del mismo, ni de carbón, ni de gas natural. Se estima que este último se acabe en menos de seis años. Así las cosas, hay una problemática en cuanto al tema de los combustibles en Colombia”, destacó el ingeniero.
Con esta investigación, titulada “Síntesis de hidrógeno a partir de vinazas: oportunidades y desafíos para la industria de la caña de azúcar”, Sebastián Escobar consiguió la Beca Interamericana Horst Otterstetter en Ingeniería Ambiental, otorgada por el Instituto de Ingeniería de la UNAM y la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental AIDIS.