El Derecho a la Ciudad se materializa en ciudades inclusivas

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LA Network
22 junio, 2017 - Inclusión

El Congreso Mundial de Metrópolis en la ciudad de Montreal (Canadá), fue el escenario para que las alcaldesas de Libreville y Madrid, y los alcaldes de Chicago, Berlín, Tel Aviv y de la propia Montreal, reflexionaran sobre el reto que implica construir ciudades inclusivas. Migración, diversidad, educación y recursos económicos fueron palabras e inquietudes compartidas entre los gobernantes locales.

La Nueva Agenda Urbana impone un reto enorme a las ciudades en los próximos 20 años: ser territorios inclusivos. Ello conlleva desafíos diversos que van desde el tema migratorio hasta la generación de recursos económicos para poder sostener las obligaciones que supone ser una ciudad para todos.

El Duodécimo Congreso Mundial de Metrópolis que culmina este jueves en Montreal (Canadá), fue el escenario para que varios alcaldes dialogaran sobre  inclusión, intercambiaran además buenas prácticas en torno de ella y sentaran posturas unificadas hacia el futuro. La conversación fue detonada por las reflexiones de Ratna Omidvar, senadora de Ontario y actual copresidente del Consejo Mundial sobre Migración organizado por el Foro Económico Mundial.

Al iniciar su intervención, Omidvar dejó claro que una ciudad prospera no necesariamente es una ciudad inclusiva. Pero una ciudad pacífica sí lo es, porque da valor y participación a todas las voces. Y en ese ejercicio es clave incluir el tema de la migración porque será una constante en la urbanización del mundo en los próximos años. La migración configura las realidades de la ciudad, entre ellas la oportunidad de ascenso social. “Es en las ciudades donde se crea la clase media. Por eso son tan importantes”, explica Omidvar.

Pero es en las ciudades donde también se materializa la exclusión. “La migración es primero una experiencia nacional –la gente se mueve mayormente de un país a otro- mientras que la exclusión es una experiencia local”, se vive de manera profunda en las ciudades.

Por ello para Omidvar la inclusión en la ciudad tiene que tener voluntad política, mentalidad, liderazgo y recursos económicos. “Debe tener un coro humano”, dirigido por líderes sociales y políticos. Adicionalmente, en la ciudad “tenemos que combatir todos los estereotipos y sobre todo darle valor a la diversidad.”

En ese sentido, el alcalde de Montreal, Denis Coderre, afirmó que “las ciudades que han escogido la diversidad han llegado mucho más lejos”. Su experiencia previa como ministro de Inmigración de Canadá le enseñó que “en vez de un muro, se debe abrir una puerta”, se debe integrar de la mejor manera a ese ser humano que llega al territorio.

Ratna Omidvar, senadora de Ontario

La alcaldesa de Libreville, Rose Ossouka, añadió que no hay duda que la inmigración agrega un problema, pero también es una oportunidad de riqueza, al aprovechar la diversidad que genera en la ciudad.

Rahm Emanuel, alcalde de Chicago, fue mucho más enfático en señalar que si no hay educación como base para compartir y generar oportunidades no se puede dar el potencial al ciudadano y generar inclusión. Puso como ejemplo el actual programa educativo en su ciudad, que permite a los estudiantes de secundaria que obtengan un determinado promedio de calificaciones, acceder a la universidad de manera gratuita. El esfuerzo se reconoce y se dan las oportunidades.

Por su parte, el alcalde de Berlín, Michael Müller, introdujo en el diálogo un asunto de gran complejidad. Para él la inclusión -mirada desde los ojos de la inmigración-, pasa por la aceptación y el entendimiento de buena parte de la sociedad. Justamente Berlín ha recibido cerca de 70 mil refugiados en las últimas semanas y ello impone una aceptación por parte de los habitantes locales y también una realidad: hay que aceptar que la inclusión necesita dinero, recursos para hacerla posible. Hoy Berlín puede hacerlo, pero no es sostenible para todas las ciudades.

En esa misma lógica el alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai, propuso que para poner en práctica la inclusión «compartir es una palabra clave”. En un mundo en el que cada una de las personas va a tener menores recursos (naturales, económicos, etc.), compartir será esencial e incluso en la planificación de las ciudades se debe contemplar este elemento.

Para la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, “la integración tiene que dar la oportunidad de entender que la ciudad es de todos”  y puso de manifiesto que el papel de las mujeres en la generación de inclusión es definitivo porque “la cultura de las mujeres busca más la concordia y el entendimiento”, aspecto fundamental para la construcción de cohesión social.