La Agencia Internacional de Energía (AIE), organización que reúne a 28 países del mundo, advierte en su reciente informe de 2017 y de perspectivas energéticas que aunque las energías renovables ganan terreno, la dependencia de los combustibles fósiles se mantendrá por lo menos hasta la segunda mitad de la década de 2020.
Las necesidades energéticas mundiales ascienden más lentamente que en el pasado, pero todavía aumentan un 30% de aquí a 2040, lo cual equivale a sumar otra China y otra India a la demanda mundial actual, señaló la Agencia Internacional de Energía en su informe presentado este martes.
Las cifras para cubrir las demandas energéticas del mundo son contundentes: Una economía global que crece a una tasa media de 3,4 % al año, una población que aumenta desde los 7400 millones actuales hasta 9000 millones en 2040 y un proceso de urbanización que añade una ciudad del tamaño de Shanghái a la población urbana mundial cada cuatro meses son factores clave que generan las previsiones por parte de esta agencia que representa a 28 países, la mayoría industrializados.
La mayor contribución al crecimiento de la demanda –casi un 30%– proviene de la India, cuya proporción en el uso energético mundial asciende al 11% para 2040 (todavía muy por debajo de su proporción del 18% en la población mundial prevista). El Sudeste Asiático es otro peso pesado en la energía mundial, con una demanda que aumenta a un ritmo doble que China. En general, los países en desarrollo de Asia representan dos tercios del crecimiento energético mundial y el resto proviene principalmente de Oriente Medio, África y Latinoamérica.
El petróleo mantendrá protagonismo
La mala noticia de este informe es que el mundo tardará todavía en sacar al petróleo de su “receta” de desarrollo y será Estados Unidos el que se quedará con el liderazgo de los combustibles fósiles y su comercio global. El país hoy gobernado por Donald Trump, quien decidió retirarse del Acuerdo de París a costa de fortalecer a la industria petrolera, se afianzará como el principal productor de petróleo y gas del mundo hasta 2040, incluso en un escenario de bajos precios, según la AIE. Gracias al auge de nuevas tecnologías de extracción como el fracking, la Agencia estima el aumento de la producción estadounidense de petróleo en 8 millones de barriles entre 2010 y 2025, lo que significaría «el periodo más largo de crecimiento sostenido de la producción de petróleo de un solo país en la historia de los mercados de petróleo».
Ganan espacio las energías renovables
La Agencia señala que el mundo satisface sus crecientes necesidades energéticas de una manera radicalmente distinta a la de los últimos veinticinco años, liderado ahora por el gas natural, el rápido aumento de las renovables y la eficiencia energética.
Las fuentes renovables de energía satisfacen el 40% del aumento de la demanda primaria y su crecimiento marca el final de los años de auge para el carbón. “Desde el año 2000, la capacidad de generación de electricidad a partir del carbón ha aumentado en casi 900 gigavatios (GW), pero las adiciones netas de aquí a 2040 ascienden solo a 400 GW y muchas de ellas son centrales ya en construcción”, dice el reporte. Por ejemplo, en la India, la proporción de carbón desciende desde tres cuartos en 2016 hasta menos de la mitad en 2040.
El uso de gas natural aumenta en un 45% para 2040; con menos margen para expandirse en el sector eléctrico, la demanda industrial se convierte en la mayor área de crecimiento. Mientras tanto, las perspectivas para la energía nuclear han bajado, pero China sigue liderando un aumento gradual de la producción, superando a Estados Unidos hacia 2030 para convertirse en el mayor productor de electricidad de origen nuclear.
Las renovables ganan dos tercios de las inversiones mundiales en centrales eléctricas ya que, para muchos países, se convierten en la fuente de nueva generación más económica.
El rápido crecimiento de la energía solar fotovoltaica, liderada por China y la India, ayuda a esta fuente energética a convertirse en la mayor en cuanto a capacidad instalada, de bajas emisiones de CO2 para 2040, fecha en que la proporción de todas las renovables en la generación total de electricidad alcanzará el 40%.
En la Unión Europea, las renovables representan el 80% de la capacidad nueva y la energía eólica se convierte en la principal fuente de electricidad poco después de 2030.
En Brasil, la proporción del uso directo e indirecto de energías renovables en el consumo de energía final aumenta desde el 39% actual hasta un 45% en 2040, en comparación con una progresión mundial del 9% al 16% durante el mismo período.
Todavía no hay acceso universal
Otro punto negro que se deriva del informe es que aún no se logra el acceso universal a la electricidad y ampliar el acceso a instalaciones limpias para cocinar es todavía un reto mayúsculo. Aunque vale señalar que hay algunas señales positivas: más de 100 millones de personas al año han ganado acceso a la electricidad desde 2012, frente a los aproximadamente 60 millones al año entre 2000 y 2012. Los avances han sido particularmente impresionantes en la India y en Indonesia, y en el África Subsahariana los esfuerzos de electrificación sobrepasaron el crecimiento de la población por primera vez en 2014.
Pero a pesar de este impulso, cerca de 675 millones de personas –un 90% en el África Subsahariana– seguirán sin tener acceso a la electricidad en 2030 (frente a los 1100 millones actuales) y 2300 millones seguirán dependiendo de la biomasa, el carbón o el queroseno para cocinar (frente a los 2800 millones actuales).
La contaminación del aire doméstico a partir de estas fuentes está actualmente relacionada con los 2,8 millones de muertes prematuras al año. Además, a la recogida de leña para cocinar, realizada sobre todo por mujeres, se dedican varios miles de millones de horas que podrían invertirse en tareas más productivas.
La contaminación del aire, otro punto negro
Aunque la atención política a la calidad del aire va en aumento y las emisiones mundiales de todos los principales contaminantes disminuyen en las previsiones de la AIE, los impactos en la salud siguen siendo graves, según el informe.
El envejecimiento de la población en muchas sociedades industrializadas la vuelve más vulnerable a los efectos de la contaminación ambiental y la urbanización puede incrementar igualmente la exposición a la contaminación del tráfico.
Las muertes prematuras a escala mundial por causa de la contaminación del aire exterior crecerán desde los 3 millones actuales hasta más de 4 millones en 2040, a pesar que las tecnologías de control de la contaminación se apliquen más ampliamente y se eviten otras emisiones debido a un suministro más eficiente de los servicios energéticos o (como en el caso de las energías eólica y solar) sin combustión.
Un dato impresionante se deriva de este análisis: en 2040 habrá 2000 millones vehículos rodando por las calles del mundo, aunque en su mayoría serán híbridos o eléctricos.