Las crecientes diásporas de estos pueblos que han hallado refugio en la capital chilena, ponen a rodar su nueva vida con apoyo de esta pequeña gran organización civil que está avanzando a la consolidación.
El antropólogo e investigador chileno Daniel Lanfranco Sagariz, sabe lo que es vivir fuera de su tierra natal pues cursó sus estudios en tierras canadienses. Por ello sabe que si algo necesita un migrante y más los que tienen que dejar su patria por obligación y no por su propio deseo, es que en esa nueva tierra alguien les de la mano.
De eso se trata Foco Migrante, la organización civil creada hace dos años por Lanfranco Sagariz para, a través de la donación y préstamo de bicicletas a distintos grupos como migrantes, mujeres, trabajadores y niños; mejorar su movilidad y condiciones de vida.
Y desde 2016, cuando además de cumplir su primer año de esfuerzos recolectando bicis viejas, recursos y repuestos para repararlas y compartirlas con quien las necesite para movilizarse o trabajar; participaron en el Foro Mundial de la Bicicleta de México (FMB6), invitados para hablar de “Esfuerzos colaborativos por la movilidad activa”; mucho ha cambiado.
Ha cambiado, no solo en las dinámicas migratorias hacia su país sino en la organización misma que crece para fortalecer y consolidar su trabajo en favor de la movilidad de chilenos y extranjeros en su país.
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“El proyecto ha estado evolucionando bastante bien y yo estoy muy contento con el trabajo de 2017 porque se consolidó. En este sentido ya se expandió el equipo. Comenzamos cinco, luego fuimos solo dos, ahora volvimos a ser cinco personas y además cuatro voluntarios más para nueve integrantes”, relata con tono de triunfo el fundador de Foco Migrante.
Pero el proyecto no solo ha crecido en cuantitativamente sino en la cualificación de sus miembros, sus actividades, sus recursos y claro está en deseos de ayudar a más personas con base en una ciudadanía activa que construye ciudades más incluyentes.
Es así como durante 2017 Foco Migrante alcanzó su personería jurídica lo que le ha permitido participar de fondos de apoyo y mejorar con esos recursos su oferta social que genera autonomía, crea comunidad y empodera a distintas minorías.
Uno de esos avances con base en un poco más de recursos es la expansión en la parte formativa en la que integraron al equipo al exciclista Hernán Felipe Parejo que es el encargado de la formación infantil. También se unió Susana León, mensajera ciclista y profesora quien tiene la misión de la formación en ciclismo urbano para adultos.
“Me parece muy bello porque ahora cada vez que alguien se postula para entregarle una bici, debe pasar por los cursos de formación y que viene integrado a la Ley de Tránsito de Santiago de Chile y las normas que te mantienen vivo en la calle. No sólo le pasamos la bicicleta sino que le damos educación Vial”, recalcó Lanfranco Sagariz.
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Ahora, respecto a su ‘foco migrante’, el fundador de la organización, explicó que se viene trabajando “muy fuerte” con la comunidad venezolana que ha llegado a su país tras la grave crisis humanitaria (política, social y económica) del país caribeño. Cifras del Departamento de Extranjería y Migración de Chile indicaron que tan solo en el primer semestre de 2017 se registraron más de 30.000 solicitudes de residencia de venezolanos.
A esta comunidad se suma en menor proporción la comunidad siria que, como comenta Lanfranco Sagariz, a pesar de la barrera idiomática, ya empezó a ser beneficiaria de las iniciativas de Foco Migrante.
Pero en 2017 la pequeña organización no solo ha entregado sino que también ha recibido reconocimiento. El año anterior fue galardonado con el premio al emprendimiento en innovación social YouthActionNet Chile y que hace parte de la red global YouthActionNet, por “Promover la vida comunitaria y migrante en Chile”.
Por este reconocimiento, Foco Migrante recibió US2.000 que fueron invertidos en su sostenimiento y apoyar un proyecto interno que fortalecerá a la organización y sus procesos: pagarle y bien a sus integrantes.
“Tengo que reiterar que le quiero pagar a la gente con que estamos trabajando y la idea es empezar este año a pagarles, pues son profesionales tanto información como en experiencia. Tienen 10 años de experiencia en sus áreas, ellos no son amateurs, por ende deberíamos pagarles como tal”, afirmó el líder.
Finalmente, Lanfranco destacó que las comunidades migrantes pueden contar durante 2018 con un apoyo más sólido de parte de Foco Migrante ya que gracias a un modelo de negocio diseñado el año anterior, este periodo puede compartir más bicis, más formación, más autonomía y más inclusión en la ciudad de Santiago.