La bicicleta, protagonista de la nueva Ley de Convivencia Vial en Chile

La bicicleta, protagonista de la nueva Ley de Convivencia Vial en Chile

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LA Network
23 febrero, 2018 - Movilidad

Cerca de 60 organizaciones civiles, la academia y las autoridades, se unieron para poner las normativas a tono con las exigencias actuales de la movilidad: la bicicleta, protagonista.

La bicicleta, protagonista de la nueva Ley de Convivencia Vial en Chile
La Ley deberá sancionarse en los primeros días de marzo para dar inicio a una serie de medidas que desde el punto de vista del colectivo Muévete, son positivas

El atropellamiento de un peatón a 60 kilómetros por hora es casi con seguridad una muerte en las vías.

Los chilenos lo saben y por ello están decididos a que en sus ciudades, a través de la aprobación de la nueva Ley de Convivencia Vial en marzo próximo, el límite de velocidad se reduzca de 60 a 50 kilómetros por hora, pese a algunos conceptos de legisladores que se han manifestado en contra.

“Creo que es positivo que se mejoren las condiciones de desplazamiento en zonas urbanas pero no me hace sentido la propuesta de disminuir el límite máximo de 60 a 50 km. por hora. No creo que sea la mejor solución y recuerdo que este tema se discutió ampliamente, cuando se aumentó de 100 a 120 km. por hora el límite máximo en carreteras”, manifestó en su momento el senador Juan Antonio Coloma del partido UDI.

Sin embargo, Gonzalo García Méndez, coordinador de Relaciones Interregionales del Colectivo Muévete, que agrupa a varias organizaciones ciudadanas de movilidad de Santiago especialmente y de otras a nivel nacional; cree que esa reducción de 10 kilómetros que puede salvar muchas vidas, será aprobada por el Senado en pocos días y de esta manera, ponerle a la reforma un acento de vida.

De hecho la Ley deberá sancionarse en los primeros días de marzo para dar inicio a una serie de medidas que desde el punto de vista del colectivo Muévete, son positivas para la mayoría de los chilenos, empezando por la misma gestión en la que la ciudadanía tuvo un papel activo. De hecho, más de 60 organizaciones civiles, congregadas entre otras en el  Consejo de la Sociedad Civil de la Subsecretaria de Transportes, fueron el motor impulsor de la Ley.

“Pedimos al Gobierno reponer la Suma Urgencia al Proyecto de Ley de Convivencia Vial, y a las Senadoras y Senadores, aprobarlo”, expresaron en la Declaración Pública de Respaldo al Proyecto  de Ley de Convivencia Vial firmada en octubre de 2016, en una clara de muestra de gobernanza vital.

Sus majestades los peatones y las bicicletas

Para estas fuerzas ciudadanas, el proyecto se sustentó en la necesidad de actualizar la normatividad teniendo en cuenta que, por ejemplo, el parque automotor chileno, entre 2009 y 2013, aumentó en más del 35%. Además en la positiva irrupción y posicionamiento de modos de transporte no motorizados como la bicicleta.

La bicicleta, protagonista de la nueva Ley de Convivencia Vial en Chile
La Ley de Convivencia Vial busca dar un impulso definitivo a las transformaciones necesarias para incluir los modos de transporte no motorizados con sus especificidades

“Estamos hablando que según la última encuesta Origen – Destino (EDO), para 2012 la cantidad de viajes diarios de bicicleta solo en el Gran Santiago era del orden de 750.000”, destaca Daniela Suau, comunicadora de Muévete y quien tuvo el mismo cargo durante el quinto Foro Mundial de la Bicicleta (FMB5), realizado en 2016 en Chile.

Suau destaca que hoy ese número de viajes ya se calcula en más de un millón en la capital chilena y de allí “la importancia de actualizar la normativa con una nueva realidad, por exceso de vehículos pero por otro lado por un alto porcentaje en la población que está decidiendo movilizarse en bicicleta”.

Pero además de la bicicleta, la Ley de Convivencia Vial también se sustenta en que el 34,5% de los viajes en Santiago según la misma EDO de 2012 se realizan a pie.

Por ello, la Ley de Convivencia Vial busca dar un impulso definitivo a las transformaciones necesarias para incluir los modos de transporte no motorizados con sus especificidades, la regulación necesaria para la operación de las ciclorrutas, la reducción de las velocidades para la seguridad de todos los actores viales y “normativas que promuevan de manera efectiva una cultura de convivencia vial y el uso compartido de las vías”, como expone la Minuta del Proyecto de Modificación de la Ley de Tránsito.

En ese orden de ideas, modificaciones como la reducción de velocidades; la promoción de zonas de tráfico calmado en zonas residenciales; la regulación del uso de las cicloinfraestructuras; la obligación de los ciclistas de ocupar las vías en zonas donde no existan ciclorrutas; la exigencia de las materias de convivencia vial en las escuelas de conducción -antes solo se dictaban en el sistema educativo-; las zonas de ocupación de ciclistas y motociclistas en los semáforos;  entre otras, son las que esperan construir un nuevo engranaje pacífico y regulado de la movilidad chilena.

“Esta es una ley que tiene una real importancia y relevancia, que considera la voz y la experiencia de quienes formamos parte de la sociedad civil y tenemos lo que se conoce como una experiencia de usuario”, recalcó Suau.

Finalmente, para el Coordinador de Relaciones Interrelaciones Regionales de Muévete, esta Ley tendrá un impacto de carácter nacional pues impacta directamente el modelo centralista y discriminatorio que caracteriza al sistema chileno.

“El gran aporte es que es una ley que empieza con un contenido de carácter más territorial, nacional y que los efectos en las ciudades distintas del Gran Santiago, deberían ser más notorios que en algunas comunas históricas de la capital en donde las normas han venido avanzando  a pesar de la ley vieja, pero en estas ciudades esta nueva Ley será el impulso de nuevas transformaciones”.