En la atmósfera de la capital antioqueña hay presencia de bacterias del Phylum (categoría taxonómica) como Firmicutes, Proteobacterias y Actinobacterias. Los resultados de este estudio servirían para fortalecer protocolos de salud ambiental en la ciudad.
Ante los episodios de contingencias ambientales por alteración de la calidad del aire en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, se desarrolló una investigación que identificó bacterias presentes en el aire de Medellín. Antes no se habían hecho caracterizaciones biológicas, solo físicas y químicas.
El análisis se realizó a partir de filtros de material particulado PM10 (fracciones de 10 micras suspendidas en la atmósfera), ubicados en la Estación de Monitoreo de Calidad del Aire, en la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín.
Para el estudio se tuvieron en cuenta dos técnicas: una dependiente de cultivo de microorganismos, a los que se les evaluó su crecimiento, y la otra independiente de cultivo, que permitió obtener ADN de las bacterias que después se secuenciaron mediante la plataforma Illumina.
Con el primer método se identificaron bacterias de tres Phylum: Firmicutes, Proteobacterias y Actinobacterias, y con el segundo de cinco: las mismas del primer método, y además Bacteroidetes y Parcubacteria.
El estudiante Diego Alejandro Grajales, de la Maestría en Ciencias – Biotecnología de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín, destaca que la técnica independiente del cultivo es la diferenciadora de la investigación, puesto que es la primera vez que su aplicación se reporta en el departamento para análisis de aire y se puede replicar en otras regiones.
Otra metodología empleada fue la electroforesis en gradiente de temperatura, mediante la cual se evidenció presencia de dos géneros dominantes: Sphingomonas y Ralstonia. De esta última se encontró la especie pickettii, la misma cepa con la que se relacionaron en diciembre de 2017 afectaciones en pacientes renales en una clínica de Cali.
Sin embargo el estudiante resalta que eso no significa que en Medellín pueda ocurrir lo mismo y que para comparar algún efecto se requieren otros estudios.
“Esta es una investigación de generación de conocimiento que se dio en 15 días; estamos mostrando que con el material particulado están viajando otros contaminantes biológicos que pueden estar ingresando a nuestro cuerpo”, expone.
El análisis tiene como precedentes tres estudios que realizó el Laboratorio de Calidad del Aire (Calaire) de la Facultad de Minas, con los cuales indagó por hongos presentes en material particulado PM10, además de otros dos con los que caracterizó hongos y bacterias en material particulado PM2,5.
A partir de las investigaciones se buscó correlacionar, mediante literatura, si algún microorganismo tenía incidencia patógena, es decir capacidad de causar daño en la salud.
Los resultados del estudio del investigador Grajales les sirven a las autoridades ambientales y de salud, puesto que, según el estudiante de maestría, es fundamental que se empiecen a realizar análisis biológicos para fortalecer protocolos de salud ambiental.
Agencia de Noticias UN