El Global Metro Monitor 2018, presentado por el centro de pensamiento estadounidense Brookings y que compara las 300 áreas metropolitanas más importantes del mundo, deja en evidencia un exiguo comportamiento económico en las 14 áreas latinoamericanas incluidas en el análisis entre 2014 y 2016.
El mundo asiste a una realidad incontestable: hoy más de la mitad de la población del planeta vive en ciudades y en áreas metropolitanas y, juntas, las 300 mayores economías metropolitanas del mundo representan casi la mitad de la producción y el 23.3 % del empleo mundial.
Es ante este escenario y la necesidad de analizar el comportamiento económico de las áreas metropolitanas, que el think tank estadounidense, Brookings Institution, realiza su medición llamada Global Metro Monitor 2018. Para los líderes de esta investigación “comprender la trayectoria económica de estas grandes economías metropolitanas ofrece información adicional sobre las fuentes de crecimiento que las evaluaciones nacionales o regionales tienden a ocultar”.
Lo primero es que el estudio define un área metropolitana como una región económica que incluye una o más ciudades y sus áreas circundantes, todas vinculadas por lazos económicos y de conmutación. El estudio de este año está compuesto por las 300 áreas metropolitanas más grandes del mundo, según el tamaño de sus economías en 2016 a tasas de la PPP (Paridad de Poder Adquisitivo).
En relación con los resultados, lo primero que hay que decir es que las grandes áreas metropolitanas no solo están experimentando escenarios económicos diferentes en todas las regiones, sino también al interior de las propias regiones. “Un subconjunto de áreas metropolitanas de alto rendimiento están impulsando de manera desproporcionada el crecimiento y no todas las grandes economías metropolitanas están funcionando bien”, señala el informe. Durante 2014 y 2016, una clara mayoría de las áreas metropolitanas superó a sus respectivas economías regionales. Dos tercios (202) de las áreas metropolitanas excedieron el crecimiento del empleo en su región.
La mayoría de las áreas metropolitanas en China, Europa del Este, Asia Central, Asia-Pacífico Emergente (con países como India, Indonesia, Malasia), Medio Oriente y África fueron focos de crecimiento, mientras que la mayoría de las áreas metropolitanas en Asia-Pacífico Avanzado (que incluye países como Australia, Corea del Sur o Japón), América del Norte y Europa Occidental tuvieron un desempeño inferior en comparación con sus respectivas regiones en al menos uno de los dos indicadores medidos (PIB per cápita y Empleo).
Las cinco primeras áreas metropolitanas y de mayor crecimiento del informe para 2018 fueron: Dublin (Irlanda), San José (Estados Unidos), Chengdu (China), San Francisco (Estados Unidos) y Beijing (China). Cabe destacar que de las 30 áreas metropolitanas que observaron un mayor crecimiento, 17 están China.
América Latina, la región de peores resultados
En el caso de Latinoamérica, el informe de Brookings midió 14 áreas metropolitanas de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, República Dominicana, México y Perú.
Ya en materia de resultados, la región tuvo el desempeño económico más débil en todas las regiones con una contracción anual en el empleo de -0.5 % y el PIB per cápita de -1.3 %. Las grandes áreas metropolitanas de la región experimentaron caídas en ambos indicadores, en particular en ciudades brasileñas como Brasilia, Belo Horizonte, Curitiba y São Paulo.
En contraste, un subconjunto de áreas metropolitanas de América Latina sí contrarrestó las tendencias regionales. Ciudad de México (Puesto 127) y Guadalajara (160) lideraron el crecimiento metropolitano en la región, con un 3 % del PIB per cápita cada uno y una suma combinada de 366 000 empleos. Santo Domingo (Posición 130) logró el aumento más rápido en el PIB per cápita en la región (5.7 %) elevando los niveles de vida en $ 1,200 de 2014 a 2016.
Las demás ciudades latinoamericanas se ubicaron en puestos realmente bajos del escalafón de 300 áreas metropolitanas así: Monterrey (puesto 176 con 1.1 % del PIB per cápita), Buenos Aires (puesto 230 con -1.2 %), Santiago (237 con 1.2 %), Bogotá (260 con 2.7 % del PIB per cápita), Rio de Janeiro (289 con -2.4 %) y Perú (posición 293 con 1.1 %)
Vale señalar que el poder económico de las grandes áreas metropolitanas se deriva de los entornos productivos que ofrecen a las empresas. La densidad y la conectividad de las áreas urbanas reducen los costos de transporte y brindan a las empresas los negocios, la infraestructura y el conocimiento que necesitan para seguir siendo productivos. Estas fuerzas juntas mejoran la creación de empleo y el crecimiento económico. Los exiguos resultados de las áreas metropolitanas latinoamericanas las hacen menos competitivas en el concierto internacional, lo que conlleva riesgos para su desarrollo en el mediano y largo plazo.
El informe concluye que “para los líderes locales, la «era de la ciudad» exige una comprensión de las ventajas y debilidades económicas metropolitanas en un contexto regional y global, con un enfoque preciso en las políticas que mejorarán los salarios y los ingresos”. Para los líderes nacionales, esta era exige un mayor enfoque en las tendencias económicas subnacionales, ya que parecen ser cada vez más importantes en la configuración de las políticas y políticas nacionales e internacionales.
Si quieres ver el informe completo da clic aquí: file:///C:/Users/Waldir/Desktop/Brookings-Metro_Global-Metro-Monitor-2018.pdf