Nuestro recomendado hoy en Netflix para salvar el planeta es un viaje por una de las zonas más pobres de Guatemala, para entender el fenómeno de la pobreza extrema y encontrar soluciones para erradicarla. Cuatro jóvenes se embarcaron en este proyecto.
La empatía es la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos. Eso quisieron hacer cuatro jóvenes estadounidenses al viajar a la ciudad indígena de Peña Blanca (Guatemala) y vivir allí durante 56 días con 56 dólares. Así es: un dólar diario para vivir.
Lo que querían los universitarios era tratar de comprender lo que significa sobrevivir con solo un dólar al día, la realidad actual de por lo menos 750 millones de personas alrededor del mundo, que viven en condiciones de pobreza extrema.
Zach Ingrasci y Chris Temple descubrieron cómo millones de personas vivían esta situación en una clase de Desarrollo Internacional en su segundo año de Ciencias Económicas en la universidad. Quisieron experimentarlo entonces en carne propia y convencieron a otros dos amigos para que los acompañaran. Fueron ellos Sean Leonard y Ryan Christoffersen.
Durante sus casi dos meses en Guatemala, los jóvenes filmaron su experiencia diaria y también siguieron a tres guatemaltecos que viven esa realidad los 365 días al año, con lo que se produjo el documental Living on one dollar.
Con su lente lograron capturar distintas postales de la pobreza: niños que comienzan a trabajar desde muy pequeños para ayudar a su familia, sueños de muchos jóvenes por estudiar y que se desvanecen porque no tienen cómo pagar sus estudios e incluso, el esfuerzo económico de la gente para pagar sus medicinas.
“Sabemos que no podemos erradicar la pobreza, pero sí podemos atraer a nuestra generación para crear conciencia”, dijo Ingrasci, uno de los cuatro jóvenes que participó en este experimento social.
El proceso vivido les enseño cómo la unión de la comunidad es clave para alivianar las dificultades diarias, gracias a su enorme espíritu de solidaridad y ayuda mutua. Pero también pudieron observar que en muchos casos la gente tampoco sabe gestionar bien ese escaso dinero.
El documental propone apelar al modelo de microcrédito como una alternativa viable para promover el desarrollo y generar un círculo virtuoso. De hecho, el Banco de Desarrollo Rural guatemalteco creó un sistema de microcréditos para las familias desfavorecidas del país. Rosa Coj, uno de los personajes del documental consiguió así montar un negocio de telas y no abandonar su sueño de seguir estudiando.
“El mensaje más importante es recibir inspiración y salir a la calle a hacer algo, porque un cambió pequeño puede tener un efecto enorme sobre las vidas de la gente pobre” señalaron sus autores en una gira que hicieron con el documental.
Living on one dollar se proyectó en Estados Unidos en 2013 y recibió una excelente crítica del público. A raíz del éxito, Chris y Zach crearon la ONG Living on one, que produce películas y vídeos para concienciar y promover acciones humanitarias. Es así como siguen reproduciendo la empatía por un problema global como la pobreza y la desigualdad.
Si quieren conocer más del trabajo de estos jóvenes, información sobre el documental y las acciones que emprende la organización Living On One pueden visitar el sitio web: livingonone.org