En la zona trabajan para cubrir 780 hectáreas del territorio con un millón de árboles en cinco años.
La implementación de una estrategia integral de calidad ambiental con la que se redujo la generación de residuos sólidos en la zona y se optimizó al 100 % la gestión de desechos en todo el distrito le valió al Santuario Histórico de Machu Picchu (Perú) el título de maravilla natural ecosostenible.
La estrategia, incluye la puesta en funcionamiento en el distrito de Machu Picchu de la primera planta de valorización de residuos sólidos que transforma la materia orgánica en carbón vegetal, la primera con estas características en todo el Perú y que está bajo la supervisión de un gobierno local.
“La puesta en funcionamiento de la planta de valorización de residuos orgánicos ha sido posible gracias al trabajo articulado del gobierno local, la empresa privada y la sociedad civil que, en el caso de la población del distrito de Machu Picchu, ya segrega en 90 % sus residuos sólidos”, destacó la viceministra de Gestión Ambiental del Perú, Albina Ruiz.
Agregó que el carbón vegetal producido por esta planta será usado como abono en los proyectos de siembra y reforestación, y para mejorar la producción agrícola en los centros poblados del distrito.
De otro lado, se puso en marcha el proyecto de reforestación “Un millón de árboles para el Santuario Histórico de Machu Picchu”, el cual fortalecerá el programa de recuperación de ámbitos degradados por incendios forestales, cambio de uso de suelo y fenómenos naturales. Con la reforestación de 200 mil árboles de especies nativas en el Santuario Histórico de Machu Picchu y su Zona de Amortiguamiento, se logrará la cobertura de 156 hectáreas anuales.