Los organismos internacionales se ponen al servicio del espacio público

Los organismos internacionales se ponen al servicio del espacio público

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LA Network

ONU Habitat, la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) respaldan cada vez más la idea de que las ciudades alcancen una escala más humana.

Los organismos internacionales se ponen al servicio del espacio público
ONU Habitat ha estado trabajando desde 2012 en un mapeo, que le ha permitido hacer una evaluación sobre qué está pasado con el espacio público en las ciudades de la región.

Mirelis Morales Tovar. Periodista (Lima, Perú)

Las ciudades son motores para el crecimiento de América Latina. Estas generan 65% del Producto Interno Bruto (PIB). Pero podría ser más. Mucho más. El problema es que ellas por sí solas no pueden alcanzar los niveles de progreso de las más avanzadas de Estados Unidos, Europa o Asia. De ahí que los organismos internacionales se han puesto al servicio de los gobiernos locales y de las comunidades, para lograr que las urbes latinoamericanas sean más productivas, inclusivas y conectadas.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se apunta en esa corriente. Así como también ONU Hábitat, la Corporación Andina de Fomento (CAF) y la Fundación Latinoamericana Avina, que trabaja desde 1994 en producir cambios para el desarrollo de la región. Sus representantes estuvieron presentes en la cuarta edición del Foro de Intervenciones Urbanas -que se realizó en Lima del 5 al 11 de agosto-, para exponer cómo ha sido la experiencia de financiar proyectos, ofrecer asesoría técnica y darle acompañamiento a iniciativas de mejoramiento del espacio público, que antes no tenían cabida en la agenda de las grandes multilaterales.

Emil Rodríguez, especialista de Desarrollo Urbano y Planificación de Ciudades de la CAF, explicó que el programa Ciudades con Futuro está orientado a agregarle valor a los proyectos de los gobiernos locales. No se trata solo de dar financiamiento. Sino de ofrecer un servicio más integral, que incluya acompañamiento técnico a los municipios e intercambio de buenas prácticas. “En 2018, CAF replanteó la visión de Ciudades del Futuro y la orientó a hacer más accesibles los medios de créditos, acompañado de una inyección de conocimiento. Actualmente, estamos apoyando la transformación de la Villa 20 de Villa Lugano, uno de los asentamientos más conflictivos de Buenos Aires. Se trata de una intervención integral, donde todo se ha hecho con la participación y el consenso de la comunidad”.

ONU Habitat ha estado trabajando desde 2012 en un mapeo, que le ha permitido hacer una evaluación sobre qué está pasado con el espacio público en las ciudades de la región. Así lo comentó José Chong, especialista del Programa Global de Espacios Públicos, durante su intervención. Este organismo está enfocado en tres frentes: el normativo para crear nuevos conceptos relacionados con el espacio público; el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la implementación de la Nueva Agenda Urbana, que busca promover ciudades más incluyentes, compactas y conectadas mediante la planificación y el diseño urbano.

Este organismo internacional defiende que los espacios públicos bien diseñados son un activo fundamental para una ciudad y tienen un impacto positivo en su economía. La publicación Planeamiento Urbano para Autoridades Locales, dirigido por ONU Habitat, hace referencia al caso de Londres, donde el volumen de negocio en una calle comercial se incrementó entre 5 y 15 % después de la inversión en un espacio público cercano. Además, se menciona cómo el aumento del 1 % en zonas verdes impulsó el incremento de entre 0.3 y 0.5 % en el precio promedio de la vivienda.

El Banco Interamericano de Desarrollo no se desliga de esa visión. Pero ellos apuntan a promover la experimentación a través de su iniciativa Laboratorio de Ciudades. Así lo explicó Andrés Blanco, especialista en Vivienda y Desarrollo Urbano del BID, quien comentó que este equipo trabaja desde hace año y medio en promover la innovación, el uso de la tecnología y datos abiertos a favor del desarrollo de las ciudades.  “El sector público debe entender la necesidad de experimentar antes de invertir. Tal como lo hace la empresa privada antes de sacar un producto al mercado. Eso garantizará el éxito de la inversión”.

Trabajo en equipo

Luis Miguel Artieda, representante de Fundación Avina, asegura que el apoyo tanto de los organismos internacionales como de los gobiernos locales les da escala y sostenibilidad a los proyectos de los colectivos sociales. “No hay que desmerecer el trabajo de la sociedad civil, porque esas iniciativas son las que inspiran y convencen. Generan impactos positivos de la mano de la comunidad con pocos recursos y poco tiempo. Pero tienen como limitante la voluntad de la gente. Allí es cuando juega un papel importante los entes gubernamentales o internacionales para dar financiamiento e infraestructura”.

En su opinión, el Estado también tiene que apalancarse en la sociedad civil para generar mejores resultados. “Los gobiernos están acostumbrados a su perspectiva de obra pública que es estandarizada. Le cuesta adaptar su trabajo a comunidades que son heterogéneas y diversas. Allí es cuando es importante la sinergia con las organizaciones tácticas, porque su trabajo es una evidencia de que se pueden lograr transformaciones de mayor impacto con pocos fondos”.

Artieda está convencido de que este modelo, poco a poco, está permeando en América Latina. Mencionó el caso de México, que cuenta con una autoridad del Espacio Público. Así como también Brasil, por promover leyes a favor de que la ciudadanía gane terreno. “En Chile, Ecuador y Perú estamos mejorando. Este Foro de Intervenciones Urbanas y la propuesta de hacer que las autoridades locales del Perú firmen un Pacto por los Espacios Públicos es un buen indicador de lo que está por venir”, acotó.