“Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”: Joan Manuel Serrat (Sinceramente tuyo).
Son ya varias las generaciones que han perdido el sueño esperando que en cualquier momento llegue una máquina a quitarle el trabajo… Y el futuro…
Sobra decir que a partir de la Revolución Industrial hemos sido testigos de cómo, sucesivas oleadas de avances tecnológicos han provocado que muchas funciones y empleos fueran sustituidos por sucesivas generaciones de todo tipo de máquinas.
Ahora imagino las nuevos pesadillas; las de profesionales como los brokers de inmuebles o hipotecas, o incluso los valuadores, que despiertan cada día para ver si no han acabado de ser desplazados por un teléfono inteligente y sus múltiples capacidades.
Porque el hecho es que, si ya podemos hacer casi todo respaldados en la tecnología que pone en nuestras manos un teléfono inteligente, ¿Por qué tendríamos que seguir recurriendo a algo tan rupestre como “una persona”, para solucionar cualquier necesidad que la vida nos ponga por delante?
¿Quiero viajar? Basta con decírselo muy quedito a Siri, para que de inmediato me aparezcan en la pantalla las opciones de diferentes plataformas o, incluso, las conclusiones de algún comparador de plataformas.
Aunque en México vamos lento en este camino, el hecho es que en otros países ya se puede comprar una casa o contratar una hipoteca desde una plataforma móvil.
Ya vemos que Airbnb ha empezado a otorgar créditos a quienes se enamoren de las casas que rentaron a través de la plataforma y decidan comprarla.
Y ya es común conocer los detalles de la oferta inmobiliaria y hacer cuanto cruce de información sea necesario para llegar a conclusiones que nos ayuden a tomar una decisión de tanto peso como qué casa comprar y qué crédito hipotecario contratar.
¿Se acaba el negocio de los brokers de inmuebles e hipotecas, e incluso el futuro de su profesión?
Pues no necesariamente… En tanto tengan la capacidad de detectar, entender y navegar el tsunami que se les viene encima.
Y ojo, que, aunque la punta del iceberg permite visualizar las actividades esenciales del proceso inmobiliario, sobra decir que esta acelerada transformación tecnológica ya está transformando segmentos más especializados, como son la captación de recursos, la adquisición de insumos para la construcción y la consecuente logística para la distribución de los mismos, la segmentación de mercados y la implementación de nuevas modalidades de solución a los retos de vivienda.
Porque es evidente que ya hay soluciones de este tipo para quienes quieran rentar una habitación para larga estancia, conocer el posible valor de una propiedad, así como el uso que por ley se le pueda dar, o sumarse a modelos que ponen al alcance de cualquier persona la posibilidad de invertir a pequeña o gran escala en el sector inmobiliario.
A ver… No estamos hablando de lo que viene… Es lo que ya estamos viviendo… Estamos hablando de lo que hace rato ya llegó y, sobre todo, está creciendo en forma exponencial.
Ya después me platicarán desde dónde leyeron este rollo…
