Desde Ushuaia, integrantes del Instituto de Estudios Fueguinos (IEF), avanzan en propuestas para la pospandemia y en economía circular, entre otros temas y junto a regiones mejor estructuradas y propositivas.
Muchas han sido las voces que se han levantado en el mundo en épocas de pandemia, reclamando no descuidar la necesidad imperiosa de retomar los planes que buscan mitigar los efectos del cambio climático.
De un lado, David Boyd, relator especial de la ONU sobre los Derechos Humanos y el Medio Ambiente, hizo un llamado urgente para que, bajo ninguna excusa, los países renuncien a los compromisos adquiridos por el Acuerdo de París en favor de la lucha contra el cambio climático, y la advertencia llegó precisamente cuando algunos países ya piensan en la pospandemia y manifiestan que es necesario congelar o reducir las distintas medidas tendientes a impedir el aumento de la temperatura global y favorecer así la aparición de una nueva pandemia.
Y, por otro lado, Chile presentó en las primeras semanas de abril la actualización de su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés), un compromiso de cumplir las metas con financiamiento con recursos propios y no a la espera de la ayuda internacional, por ejemplo.
En Argentina, entre tanto, las propuestas están más encaminadas desde la sociedad civil, la academia, desde la región, y propiamente desde la labor que realiza el Instituto de Estudios Fueguinos (IEF), “una asociación de profesionales sin fines de lucro que tiene entre sus finalidades generar espacios de debate y aportes intelectuales a la comunidad en la cual se desarrolla (región sur de la Argentina) con el objeto de aportar al desarrollo local”, de acuerdo con lo detallado por Virginia Rizzo a LA Network.
Rizzo, Licenciada en Ciencias del Ambiente y magister en Ambiente y Desarrollo Sustentable, es la directora del Observatorio Socioambiental del IEF, la dependencia que opera como un “instrumento científico dedicado a generar datos, realizar lecturas situacionales y aportar opinión fundada sobre las problemáticas ambientales en el nivel regional. También a estudiar los nuevos paradigmas sobre la materia desde un enfoque multidisciplinar”. Con ella hablamos en nuestra sección #LAConversa.
En relación con tu campo de estudio, ¿cuál es el panorama actual en materia ambiental en la Región sur de Argentina? ¿Cuáles son las principales problemáticas?
Las problemáticas son las mismas que se replican a lo largo de Latinoamérica. Desde ya que estas dependen de las características socioambientales de cada región. En Tierra del Fuego la condición de insularidad influye en el clima y las distancias en el perfil identitario social.
Es importante no perder la visión del conjunto de las problemáticas ambientales. Es decir, la relación dialéctica y simbiótica entre naturaleza y cultura para entender que los problemas ambientales tienen una matriz común en toda Latinoamérica.
Y desde el Observatorio, ¿cuáles han sido las estrategias para afrontar estas problemáticas? ¿Cómo las han enfocado buscando mejorarlas en favor de las comunidades y la región?
Trabajamos en análisis cuantitativo y cualitativo, luego armamos artículos (papers) y notas de opinión que damos a conocer a la opinión pública a través de medios de comunicación locales. De este modo contribuimos al debate local. Siempre desde el aporte para el desarrollo regional.
Licenciada Rizzo, en su reciente publicación sobre Economía Circular refería la necesidad de «volcar la mirada hacia el ámbito local y pensar cómo introducir propiciar y sostener novedosas prácticas sociales». Nos podría por favor referir el concepto desde el trabajo de su equipo.
La crisis producida por la COVID-19 puede ser una oportunidad para redefinir sistemas y procesos productivos. Y en esta reconversión, lo local puede jugar un rol fundamental proyectando adaptaciones exitosas y novedosas que sean beneficiosas para la cuestión ambiental.
Nuestro sistema de producción actual concibe la innovación como un eje articulador formativo. En la redistribución de riqueza y capital post crisis no solo habrá oportunidades para la gran empresa, sino también para los pequeños y la labor artesanal.
¿Podríamos decir, entonces, que lo local cobra más que nunca relevancia de cara a enfrentar los problemas del cambio climático que ya están tan acelerados, pero se siguen tratando muy desde la centralidad?
Absolutamente. En Ushuaia, por ejemplo, contamos con importantes reservorios de carbono (como turberas y bosque nativo). Alrededor del 50 % del tejido municipal corresponde a bosque. En la cuestión ambiental, muchas veces, la lógica centro/periferia juega un rol diferente al de otras problemáticas. En eso las ciencias del ambiente tienen mucho por aportar en la renovación de enfoques.
Finalmente, ¿cree que la atención a la pandemia ha descuidado los temas relacionados con el cambio climático a todo nivel? ¿Podría ser esta época la que marque una ventaja irrecuperable contra la lucha climática?
No lo creo. El mundo va a reactivarse. Tres meses en la historia de la humanidad no van a generar cambios en la estructura profunda. Tal vez sea oportuno, entonces, revisar paradigmas como el de la economía circular.