Este tema ha tomado relevancia en los últimos años debido al incremento de la chatarra electrónica o eléctrica, como consecuencia de la obsolencia programada y el acelerado recambio tecnológico.
La municipalidad de Mendoza está reciclando la chatarra electrónica generada en sus oficinas y en esta oportunidad envió a reciclar más de 2.3 toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos en desuso.
Estos aparatos representan un problema ambiental ya que contienen contaminantes tales como plomo, mercurio, berilio, zinc, níquel y cadmio, y es necesario su reciclado, por ello la comuna aconseja no arrojarlos a la vía pública junto con los residuos domiciliarios.
Para ejemplificar la magnitud del problema creciente de la chatarra tecnológica, los datos de la Cámara Argentina de Máquinas de Oficina, Comerciales y Afines (Camoca) evidencian que, en un lapso de dos años el volumen de impresoras láser que quedaron fuera de circulación ascendió de 90.000 a 200.000 unidades en el país.