¿Y la sustentabilidad?

¿Y la sustentabilidad?

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LA Network
14 septiembre, 2020 - Hábitat y Desarrollo Urbano

¿Y la sustentabilidad?
La pandemia puede ser el acelerador que tanta falta hacía en el proceso de implementación de mejores prácticas en muchísimos temas. Imagen: terraza solar

Será inevitable…Una vez que reconozcamos la nueva realidad, y antes de que tomemos medidas para adaptarnos a ella, será necesario recordar que antes de que el mundo entrara en pausa, vivíamos ya una crisis fundamental, una crisis en verdad de vida o muerte que no estaba siendo debidamente atendida: la crisis climática.

Ahora que esta tan de moda eso de “nueva normalidad”, quizá sea momento de asumir que la realidad que iremos encontrando -y que se irá redefiniendo conforme vayan avanzando las etapas de esta pandemia-, nos obliga a entender y atender los efectos de esa crisis climática, sin olvidar agregar a la ecuación todo el impactante y complejo significado de la emergencia sanitaria que hoy nos tiene contra las cuerdas, así como una larga lista de temas que irresponsablemente hemos ido dejando sin atender.

El hecho es que no nos caería nada mal revisar a profundidad los paradigmas que definen la viabilidad futura de nuestra especie, analizando lo mismo pandemias, que procesos económicos, políticos y sociales, inmerso todo en un paquete que se ve chiquitito al compararse con la amenaza del calentamiento global y sus potencialmente devastadores efectos.

No hay que perder de vista esta amenaza apocalíptica. Y por eso ahora, que el susto que nos metió el mentado COVID-19 ha provocado y provocará medidas que anteriormente hubiera sido difícil ver, cabe esperar que entre ellas se tomen muchas relacionadas con una pronta y eficiente respuesta a la crisis climática.

Urge, por ejemplo, fortalecer todo criterio relacionado con la sustentabilidad de la vivienda, incorporando a ello lo mismo políticas de diseño de viviendas y conjuntos habitacionales, que regulaciones urbanas y en materia de construcción, inversiones en infraestructuras y servicios públicos, materiales y sistemas constructivos, e, incluso, modelos de financiamiento que beneficien toda iniciativa verde.

Porque hay que decir que el sistema financiero ofrece ya productos que reconocen con mejores condiciones en la obtención de capital o crédito a aquellas personas, empresas u organismos públicos, cuyas prácticas ofrecen diferentes tipos y niveles de respuesta a los retos de la protección al medio ambiente.

Con esto hablamos lo mismo de la Hipoteca Verde del Infonavit, que de los alcances del programa Eco Casa, de Sociedad Hipotecaria Federal, o los Bonos Verdes y otras figuras que por la vía de los mercados financieros apuestan por la sustentabilidad

Urge también elevar la sustentabilidad a niveles que permitan definir tipo, alcance, ubicación y modelos de producción de la obra pública, permitiendo que esto aplique también para todo tipo de obra privada.

Urge que las grandes marcas de productos para la construcción, marcas como aquellas que dominan los mercados del acero y el cemento, revisen sus fórmulas y analicen el impacto de sus productos considerando producción, traslado, colocación, relación con sus cadenas de valor y ciclo de vida.

En contraste con tantos males que ha traído esta pinche pandemia, puede ser el acelerador que tanta falta hacía en el proceso de implementación de mejores prácticas en muchísimos temas. Por supuesto: salud, educación, trabajo, pero también protección al medio ambiente, desarrollo urbano, generación de vivienda, movilidad y muchos más.