Solo cinco ciudades en México cuentan con un PAC. Participación de la ciudadanía y todos los sectores, incluidas autoridades estadounidenses, una de sus claves.
Días con fríos extremos que obligan a encender las calefacciones y mezclados con lluvias torrenciales que inundan cientos de calles. O jornadas de altas temperaturas que hacen prender los aires acondicionados a su máxima capacidad, días que se suman para generar sequías intensas que limitan la producción agrícola y reducen el agua disponible.
Así vive la fronteriza Ciudad Juárez en México, los impactos del cambio climático pero que gracias al apoyo de entidades europeas y la mayor parte de los actores públicos y privados de su sociedad, incluida por supuesto su ciudadanía, ya cuenta con su Plan de Acción Climática (PAC) 2020-2030 para enfrentar esas consecuencias.
“La verdad es muy importante contar con un PAC porque vivimos en un área de clima semidesértico, aquí hay muchos riesgos ambientales, por ejemplo, temperaturas extremas tanto altas como bajas. Vamos de sequías con poco o nada de lluvias, pero cuando llueve literal es como si se abriera el cielo”, describe Verónica González, doctora en estudios urbanos, magíster en Ingeniería Ambiental y quien se desempeña como Jefa de la Oficina de Resiliencia de la ciudad, integrante de la Red de Ciudades Resilientes (o RCN por sus siglas en inglés).
González, quien ha dedicado más de 15 años al desarrollo y aplicación de instrumentos de política pública en diferentes ciudades de México y ha participado como lideresa en la elaboración de estrategias para reducir y controlar la contaminación atmosférica en 20 ciudades mexicanas, señaló a LA Network que otros de los riesgos climáticos de Ciudad Juárez son las nevadas, los hundimientos y la contaminación por la emisión de gases de efecto invernadero.
Un PAC basado en la colaboración y la participación
La Unión Europea a través del programa de Cooperación Urbana Internacional y junto al Pacto Global de Alcaldes abrieron la convocatoria en 2019 para que cinco ciudades mexicanas elaboraran sus Planes de Acción Climática que, en un intenso trabajo de 15 meses, se concluyó los primeros días de septiembre.
“La idea es que tuviéramos un documento con toda la metodología que la Unión Europea ha desarrollado en otras ciudades del mundo, entre ellas argentinas donde se han desarrollado proyectos similares”, señaló la experta en resiliencia y medio ambiente sobre el plan que erige a la capital del estado de Chihuahua en la primera en tener una guía de acción.
Cuando se inició el proceso de diagnóstico la sociedad juarense entera quiso participar de este inédito proyecto: asociaciones civiles (ciudadanía), gremios profesionales, los distintos sectores productivos (industrias y comercio), el Cabildo Municipal y sus regidores, instituciones del orden federal (nacional), la academia con sus investigadores y, además, actores estadounidenses como la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, así como la UTEP, la Universidad de Texas en El Paso.
“Hubo mucha expectativa de parte de todos los sectores de la sociedad, de actores de todo el país y claro de El Paso nuestra vecina de la frontera, muy interesada en el tema ya que en el estado de Texas el contexto es de negación del cambio climático. Todas las voces participaron”, explicó la Jefa de Resiliencia de Ciudad Juárez quien detalló que fue a través también de la virtualidad como se desarrollaron los talleres para la participación de todos en la elaboración de las distintas fases del PAC.
Cabe anotar que El Paso está situada a menos de 10 kilómetros de Ciudad Juárez y comparte los mismo retos climáticos de la urbe mexicana.
En este momento el Plan de Acción Climática está en fase de revisión por la Unión Europea y tras esa etapa llegará al Cabildo Municipal (Concejo) para ser puesto en consideración y ser adoptado como política pública para la ciudad que, desde el inicio de la administración de Héctor Armando Cabada Alvídrez, ya había sido incluido en el Plan de Desarrollo de Ciudad Juárez.
Las líneas de acción
Entre las principales líneas de acción del PAC juarense está un fuerte trabajo en materia de eficiencia energética. Para González, el uso de aires acondicionados y calefacción durante todo el año genera negativas cantidades de emisiones que se pueden conjurar con el uso de sistemas de generación eléctrica solares.
“Queremos promover el uso de sistemas fotovoltaicos y de recambio de equipos”, explica la experta para referirse a ello en todas las escalas, tanto industrial, comercial como residencial, para aprovechar la alta radiación de la que disfruta la región durante todo el año.
Justamente a nivel doméstico, explica González, se trabajará muy fuerte en la sustitución de electrodomésticos, aparatos que llegan fácilmente desde el otro lado de la frontera pero que generalmente son obsoletos y llegan a su segundo o incluso tercer uso.
Otra línea de acción será la de fortalecer el buen trabajo en residuos sólidos que ya se viene realizando con el concesionario privado que, destaca, ha sido premiado a nivel nacional por su eficiencia en el manejo del relleno sanitario local, en especial por su control de emisiones de gas metano.
Ahora, en materia de emisiones provenientes del transporte, González explicó que, si bien no tienen injerencia en el manejo del público, atribución del orden estatal, el PAC de Ciudad Juárez consideró acciones como la elaboración del Plan Municipal de Movilidad que se enfocará en el fomento de la movilidad activa (caminata y bicicleta), modelos alternativos de movilidad.
“Es muy importante para nosotros fomentar los corredores peatonales y el uso de la bici para que las personas se bajen del vehículo”, dice agregando que, dentro de ese plan, están incluidas acciones para un desarrollo urbano más policéntrico (ciudad próxima o de los 15 minutos según el modelo parisino) para que los juarenses no tengan que desplazarse por kilómetros.
“Nosotros nos trasladamos entre 40 a 50 kilómetros a la redonda de nuestros hogares, entonces en lugar de que vayamos a trasladarnos tantos kilómetros, queremos concentrar la ciudad para que sea más cerca los trabajos, la educación, los servicios”.
Destacó que la construcción de una nueva troncal o línea de BRT para la ciudad será de gran impacto ya que se ha trazado por sectores de gran afluencia y que concentran la vida ciudadana, lo que estimulará el uso del transporte público.
Finalmente, González se mostró satisfecha por el trabajo que indicó, “fue muy riguroso” y que le deja a la ciudad un Plan de Acción Climática para 10 años y que una vez aprobado en el Cabildo -donde se discutirá el próximo 15 de octubre-, se inicie un trabajo que no estará la vaivén de las administraciones de cada tres años, sino que deberá ser implementado como política pública frente al cambio climático.