El nuevo arroyo intervenido recorre los barrios El Poblado, Santa Mónica, Altos del Limón, Altos de Riomar, Andalucía y Villa Carolina.
La ciudad colombiana de Barranquilla aumentó las intervenciones tendientes a dar fin con los llamados “arroyos de la muerte”, que son aglomeraciones de agua producto de las intensas lluvias y de la falta de canalización de pasantes de agua y pequeñas quebradas, que durante años se cobraron las vidas de al menos 43 personas como consecuencia de las crecientes.
En la actualidad y luego de dar fin a las intervenciones realizadas, por ejemplo, en los arroyos de la 79, La María y la 84, que atormentó por más de 36 años a los habitantes del norte de la ciudad, cobrando la vida de al menos 13 personas, la Alcaldía de Barranquilla enfiló los esfuerzos a resolver esta problemática presentada con el arroyo de las calles 92 y 91.
La obra, beneficiará de manera directa a la gente que se mueve de oriente a occidente y que pasa por estos nuevos sectores de desarrollo de Villa Carolina, Buenavista, y quienes también deben pasar por la 91 y que requerían de una solución integral.
El arroyo se canalizará desde la calle 92 con carrera 51B a calle 91 con carrera 65, en una estructura mixta de tubería de fibra de vidrio reforzada con poliéster y estructuras en concreto reforzado.
Igualmente, la intervención contempla elaborar protecciones para los taludes con pilotes de concreto, reconstrucción del pavimento en concreto rígido, bordillos y andenes en loseta decorativa, paraderos de buses, subterranización de redes eléctricas de baja tensión, postería metálica con alumbrado led, bancos de ductos de telecomunicaciones, bancas y arborización.
Desde este punto, donde ya se ejecutan las obras de canalización, el alcalde de la ciudad, Alejandro Char, destacó la necesidad que tiene Barranquilla de resolver este grave problema para continuar con su ruta de crecimiento y de construcción de una capital de vida.
