En 2018 los proveedores de bootcamps ya eran más de 300, con ingresos estimados de 240 millones de dólares a nivel mundial.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través de una publicación titulada “La disrupción del talento: el advenimiento de los bootcamps de programación y el futuro de las habilidades digitales”, destacó las potencialidades de este tipo de actividades creativas de programación, como una forma de solventar la escasez de talento digital en América Latina y el Caribe.
Los bootcamps son programas de entrenamiento intensivo en tecnologías digitales, con una duración aproximada de tres a seis meses, que están siendo ofrecidos por startups innovadoras del ámbito educativo como complemento para jóvenes que buscan cursos técnicos y universitarios.
Además, ofrecen formación en programación, ciencia de datos, diseño Web, ciberseguridad, entre otros, y pueden incentivar el desarrollo de empleos de calidad en industrias de alto valor agregado.
“Los bootcamps están haciendo que las habilidades y trabajos de alta tecnología dejen de ser un monopolio para ingenieros o matemáticos altamente capacitados, abriendo la posibilidad de una carrera en tecnología a individuos con pocos o ningún antecedente de educación tecnológica”, destacó Juan Carlos Navarro, especialista de la División de Competitividad, Tecnología e Innovación del BID.
El estudio destaca que, para promover los bootcamps y responder al desafío de la escasez de habilidades digitales, los gobiernos pueden reducir los obstáculos a los futuros estudiantes, mediante ayuda financiera, y aumentar la accesibilidad y posibilidad de ingreso a los bootcamps, mediante programas de entrenamiento más básicos a través de la educación formal, entre otras acciones.