El fortalecimiento de los lazos sociales y familiares son algunos de los cambios que se generan en medio de la actual contingencia de salud pública. El aislamiento social no significa distanciamiento de la sociedad, señalan expertos.
El autocuidado, la empatía y la cooperación son acciones que sobresalen en medio del temor y la ansiedad que produce la emergencia de la pandemia del COVID-19. Estos valores basados en consignas más esperanzadoras hacia el futuro manifiestan expertos en psicología y en ciencias políticas de la Universidad Eafit de Medellín, son esenciales para la superación de los periodos de crisis, tanto en el ámbito individual como colectivo, pues el proceso de prevención parte del comportamiento de las personas, algo que finalmente beneficia al conjunto de la sociedad.
“En este contexto aparece la oportunidad de darle sentido al sacrificio, reconociendo que tenemos una posibilidad de cambio. Esa posibilidad a la que nos solemos negar, es decir, que siempre tenemos la resistencia al cambio. En este punto nos demostramos que podemos cambiar en lo individual y que podemos hacer grandes cambios sociales”, expresa Adolfo Eslava Gómez, decano encargado de la Escuela de Humanidades y profesor del Departamento de Gobierno y Ciencias Políticas de Eafit.
Precisamente, la naturaleza del nuevo coronavirus ha exigido una respuesta colectiva, una creencia no muy arraigada en los países occidentales, como manifiesta Mariantonia Lemos Hoyos, doctora en Psicología y profesora del Departamento de Psicología de la Universidad. En ese sentido, la pandemia está impulsando una transformación en los ámbitos de la cultura y de las relaciones sociales motivadas por el autocuidado.
«Desde la psicología de la salud, cuando alguien está estresado, si se dedica a ayudar a los otros, se evidencia que los procesos en el cuerpo funcionan de manera distinta. Algo positivo de la actual situación es que también se producen comportamientos de compasión, solidaridad y ayuda a los otros. En los modelos de cambio de conducta se empieza a estudiar cómo algunas creencias son más importantes que otras para los individuos, en aras de cuidarse y cuidar a los demás”, señala la profesora.
Por su parte, el psicólogo Jorge Mauricio Cuartas Arias, doctor en Biología y profesor del Departamento de Psicología, sostienen que la contingencia de salud pública ha llevado a muchas personas a remodelar el estilo de vida en razón a las competencias, incluso, en cómo se relacionan con el tiempo de trabajo y el tiempo libre.
«El desarrollo de situaciones adversas hacen que el sujeto revise su nivel experiencial y evalúe la supervivencia, tanto de él como de su comunidad. Esto afecta la estructura psíquica y con eso aparecen situaciones muy particulares, como lo que estamos viendo en las personas en cuarentena. El distanciamiento social no significa necesariamente aislamiento social”, menciona el psicólogo.
Algunas de esas acciones humanas que se manifiestan con fuerza durante la cuarentena son la cooperación y la empatía entre los ciudadanos, como lo evidencian los diversos actos solidarios con familias vulnerables durante esta pandemia. Para los académicos, el ser humano está orientando a revisar sus prioridades en medio de este escenario inédito, favoreciendo conductas altruistas y estableciendo lazos sociales fuertes que favorecen la inclusión y la percepción de mutuo cuidado.
«El ser humano es la especie cooperadora por excelencia. Y este tipo de situaciones desafortunadas que vivimos, de infecciones que impactan la salud pública, nos llevan a entender que somos una especie que se regula, empatiza y favorece el altruismo cuando se coloca en escenario de cooperación», menciona Mauricio Cuartas, quien recuerda que circunstancias como estas en la historia ya han dejado huella en la salud mental y llevado a grandes cambios en la manera de relacionarnos.
Agencia de Noticias Eafit