Carriles bici: verdaderos movilizadores de la sostenibilidad urbana

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LA Network
26 mayo, 2024 - Movilidad

La promoción de la movilidad sostenible se ha convertido en una prioridad para muchas ciudades del mundo, sobre todo ante fenómenos negativos como la congestión vehicular, la contaminación y el deterioro de la salud pública. En este contexto, la creación de los carriles para bicicletas emerge como una solución efectiva que no solo mejora la movilidad urbana, sino que también genera beneficios ambientales, de salud pública y económicos significativos.

Uno de los mayores beneficios de los carriles para bicicletas es su capacidad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la calidad del aire en las ciudades. De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, el transporte representa aproximadamente el 25 % de las emisiones globales de Dióxido de Carbono CO2 relacionadas con la energía, y los vehículos motorizados son una de las principales fuentes de contaminación del aire en áreas urbanas. Al fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte, los carriles para bicicletas ayudan a reducir la dependencia de los automóviles y a mitigar los impactos negativos del transporte en el medio ambiente.

Un estudio realizado por la Universidad de Oxford en 2021 encontró que elegir transportarse en bicicleta en el lugar de en automóvil, aunque sea solo una vez al día, reduciría las emisiones de carbono a partir de transporte del ciudadano promedio en 67 %. El estudio agrega que “las ciudades necesitan urgentemente crear más redes de ciclismo seguras o liberar algunas calles por completo solo para andar en bicicleta y caminar”.

Beneficios económicos y sociales

Los carriles para bicicletas también generan beneficios económicos y sociales significativos para las ciudades y sus habitantes. En primer lugar, el ciclismo activo puede ayudar a reducir los costos relacionados con la atención médica al promover estilos de vida más saludables y activos. Un estudio realizado en el Reino Unido encontró que el ciclismo regular puede ahorrar hasta 7 mil millones de libras esterlinas en costos de atención médica relacionados con enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

También al proporcionar una alternativa viable al automóvil, los carriles para bicicletas pueden ayudar a reducir la congestión del tráfico y mejorar la fluidez del transporte público. Esto se traduce en tiempos de viaje más cortos y más predecibles para los ciclistas y otros usuarios de la vía pública, lo que a su vez fomenta una movilidad más eficiente y sostenible en la ciudad.

Además, los carriles para bicicletas pueden aumentar la productividad y la competitividad económica al mejorar la accesibilidad y la conectividad en las ciudades. Al proporcionar una opción de transporte eficiente y económica, los carriles para bicicletas pueden ayudar a las empresas a atraer y retener empleados talentosos, así como a reducir los costos de desplazamiento para los trabajadores y las empresas. Además, el ciclismo también puede estimular la actividad económica en sectores como el turismo, la recreación y el comercio minorista, al aumentar la actividad en áreas urbanas y promover la interacción social y la vitalidad comunitaria.

Ejemplos exitosos de carriles para bicicletas

Copenhague (Dinamarca)

Es conocida por ser una de las ciudades más amigables para los ciclistas en el mundo. Tiene una extensa red de carriles bici segregados que suman más de 450 km. Aproximadamente el 62 % de los habitantes de la ciudad utilizan la bicicleta para ir al trabajo o a la escuela, lo que ha reducido significativamente la congestión del tráfico y las emisiones de CO2.

Ámsterdam (Países Bajos) 

Tiene 858 km de carriles bici, lo que supone 0,99 metros por habitante. La capital de los Países Bajos es una ciudad donde hay cuatro veces más bicicletas que vehículos y casi el 60 % de los ciudadanos se desplaza a pedales. Hay que decir que Países Bajos tiene hoy más de 35.000 km destinados al uso de bicicletas, una número impresionante si se tiene en cuenta que la red de carreteras del país tiene 140.000 km.

Bogotá (Colombia)

La capital colombiana ha implementado una extensa red de ciclorrutas que cubre más de 630 km, que facilitan la movilidad en bici y que también permiten la conectividad con el Sistema de Transporte Público de la ciudad, promoviendo así una movilidad más sostenible. La ciudad cuenta además con una estrategia completa de promoción de la bicicleta.

Portland (Estados Unidos)

Ha desarrollado una amplia red de carriles bici, rutas protegidas y calles tranquilas designadas para ciclistas, sumando más de 500 km de infraestructura ciclista. Cerca del 7 % de los viajes al trabajo se realizan en bicicleta, uno de los porcentajes más altos en EE.UU., contribuyendo a una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y promoviendo la actividad física.

Sevilla (España)

Sevilla ha creado una red de carriles bici de más de 180 km desde 2006, con carriles segregados que permiten a los ciclistas moverse de manera segura por la ciudad. El uso de la bicicleta se ha multiplicado por 11 desde la implementación de la infraestructura, logrando una gran aceptación entre los ciudadanos y reduciendo el tráfico motorizado en el centro.

Es claro que al invertir en infraestructuras ciclistas y promover políticas a escala humana, las ciudades pueden cosechar una variedad de beneficios económicos, sociales y ambientales que mejoran la calidad de vida de sus habitantes y promueven un futuro más sostenible y saludable para todos. En un momento en que la lucha contra el cambio climático y la promoción de la salud son prioridades globales, los carriles para bicicletas ofrecen una solución viable y efectiva que merece ser abrazada y ampliada en todo el mundo.