Este documental, opera prima de la eco-activista y cineasta de origen indio, Shalini Kantayya, pone el foco en las ventajas que la producción de energía solar ofrece a la generación de empleo en el mundo y a la reducción de la pobreza.
Quizá para muchas personas el nombre de Van Jones no diga gran cosa. Es posible que algunas lo referencien como comentarista en la cadena de noticias estadounidense CNN, pero en “Catching the sun”, el documental recomendado hoy en “Netflix para salvar el planeta”, queda claro el liderazgo y el compromiso de este hombre en favor de las energías renovables.
Jones creó la organización Green for all, una ONG dedicada a promover una economía verde inclusiva lo suficientemente fuerte para sacar a la gente de la pobreza en Richmond (California). Esta ciudad, de 110 mil habitantes, que en otro tiempo fue sede de importantes empresas, hoy está asfixiada por el desempleo de muchos de sus habitantes. Tanto es así que, solo sale en televisión nacional por dos hechos: cuando la refinería propiedad de la multinacional Chevron se incendia o cuando hay un caso de violencia homicida.
La defensa y promoción de las energías alternativas llevó a Van Jones hasta Washington para convertirse en Consejero Especial de Economía Verde del expresidente Barack Obama. Y también la misma defensa lo llevó a renunciar al cargo, ante la presión que ejercieron sobre él y en la opinión pública los grupos ultraconservadores y beneficiarios de la poderosa industria petrolera. La misma que hoy goza de los subsidios ofrecidos por el presidente Donald Trump, en esta especie de involución de la política energética estadounidense.
Si bien el retroceso ideológico pesa sobre la política energética norteamericana, otros países siguen avanzando. El documental justamente se detiene a Zhongwei Jiang, un empresario chino que vive en la ciudad de Wuxi y que ofrece su visión sobre el crecimiento de la energía solar en Alemania, India y China. Jiang, quien creció sin electricidad en su pueblo natal, fundó la compañía solar WesTech en 2003 y está viendo crecer de manera acelerada su negocio. Por eso sueña con una «Ciudad Solar» en Texas, donde miles de estadounidenses serían empleados en esa actividad.
Para corroborar el liderazgo y crecimiento chino en materia de energías renovables que muestra el documental, solo es necesario ver el informe anual de la Agencia Internacional de Energías Renovables IRENA, sobre la creación de empleos en este sector en 2018. De los 3.4 millones de empleos generados en la energía solar en 2017, China representó alrededor de dos tercios de ese empleo en todo el mundo, o sea unos 2.2 millones. El crecimiento de los trabajos fue más sólido en el segmento de instalaciones, que ahora representa el 36 % de los empleos fotovoltaicos chinos.
Por el contrario, el empleo europeo en energía fotovoltaica continuó en caída, lo que refleja los limitados mercados de instalación doméstica y la falta de competitividad entre los fabricantes europeos. Las estimaciones revisadas indican una disminución del 8 % a 99 600 empleos en toda la Unión Europea. Pero peor aún, el empleo en los Estados Unidos también cayó, por primera vez, a cerca de 233 000 empleos, como consecuencia de la política de Trump en esta materia.
Pero quizá el aporte más sensible de este documental es cuando se adentra en las historias de personas desempleadas que recibieron capacitación laboral de Green Richmond, para trabajar en el campo emergente de la instalación solar.
A lo largo de un programa de formación para los empleados relacionados con la energía solar, la documentalista deja ver las esperanzas y también angustias de estos norteamericanos sin empleo y que creen encontrar su oportunidad en esta industria.
“Catching the sun” resume esa carrera mundial en el desarrollo de fuentes de energía limpia, que no debería tener ideología política, como lo afirma la conservadora Debbie Dooley de Atlanta, Georgia, quien a través de su organización Conservatives for Energy Freedom, aboga por la energía alternativa al derribar las barreras que favorecen a la industria de combustibles fósiles y restringen un verdadero mercado libre.
Pero, además, por encima de las consideraciones económicas, también el documental evidencia una realidad para el clima de la Tierra. Como bien dice Van Jones en una de las reuniones en las que comparte su visión, las energías alternativas son, inevitablemente, el futuro del planeta, porque “la única manera de salvar los osos polares es salvando tu propio barrio”