Con este tratamiento en el Ecoducto, el gobierno capitalino ahorrará hasta 300 mil pesos al año, que destinaba para la compra de agua tratada.
El Gobierno de la Ciudad de México construyó el Ecoducto CDMX Río de la Piedad, un espacio sobre el camellón que divide los sentidos del Viaducto Miguel Alemán. La apuesta, se pone en marcha como parte de la implementación de acciones encaminadas a la lucha contra el Cambio Climático, mejora de paisaje urbano y recuperación de espacios públicos.
Este espacio, con una longitud que abarca 1.6 kilómetros desde la calle Unión hasta la Avenida Monterrey, beneficiará a por lo menos 300 mil habitantes de la capital mexicana, quienes podrán dispones del área de esparcimiento, la cual también está diseñada para el tratamiento de 30 mil litros de agua residual del Río de la Piedad que se encuentra entubada.
De acuerdo con los detalles del proyecto, entregados por el jefe de Gobierno de la Ciudad, Miguel Ángel Mancera, el proceso para pulir la calidad de las aguas negras es a través de ocho biodigestores y cuatro humedales artificiales. La función de estos, es remover los principales contaminantes que se encuentran en las aguas residuales: materia carbonosa, microorganismos patógenos, nutrientes, sólidos suspendidos y metales pesados, entre otros.
El Ecoducto reduce ruido y carbono
Igualmente, su vegetación reducirá 10 decibeles el ruido al interior del parque lineal, en comparación con el exterior, y disminuye la acumulación de calor en la zona, manteniendo un clima húmedo.
Además, en este espacio hay cuatro mil 800 metros cuadrados de vegetación y 50 mil ejemplares de plantas, lo que contribuye a la reducción de 50 toneladas de carbono emitidas a la atmósfera cada año y favorece la producción de oxígeno.
Dentro de los detalles a futuro, en una segunda etapa, se realizará un concurso para la construcción de un pabellón cultural y educativo, por lo que este espacio brindará la posibilidad de ser utilizado para fines didácticos y de educación ambiental.
