Esta ciudad colombiana sufre de un déficit de espacio público, con solo 2.8 Metros cuadrados efectivos por habitante. Además, su cifra de accidentalidad, si bien está por debajo de la media de ciudades colombianas, sigue siendo preocupante para una capital intermedia.
Los peatones están en la cima de la pirámide de la movilidad. Todos quienes nos desplazamos por la ciudad, somos peatones y tenemos el derecho a movernos en el espacio público que nos corresponde, con deberes ante los demás actores viales y con la protección debida al ser los más desprotegidos.
Bajo esta filosofía nació en la ciudad colombiana de Pasto, capital del departamento de Nariño, al sur del país, el “Colectivo a Pata Pastuso”, la respuesta ante la falta de espacio público apto para que los peatones ejercieran su derecho a la ciudad y la libre movilidad.
“En diciembre de 2017, decidimos conformarnos bajo una imagen que nos reafirmara en nuestra identidad y que evidenciara las acciones que decidiríamos realizar. Realizamos veeduría ciudadana, incidencia en política pública y toma de decisiones en temas de movilidad e infraestructura; acciones pedagógicas y servicio social en las instituciones educativas”.
Además, constante seguimiento y evaluación a la ocupación del espacio público, destacaron los integrantes del Colectivo en diálogo con LA Network.
La movilidad en Pasto
De acuerdo con los datos de la Alcaldía de Pasto, después de Armenia la capital de Nariño es la segunda ciudad del país con mayor porcentaje de reducción de fatalidades por siniestros viales, con un 26.1 % para el año 2018.
Al respecto, Luis Alfredo Burbano, secretario de Transporte y Tránsito, en sesión del Concejo Municipal del 12 de marzo del presente año, detalló que mientras en 2017 se presentaron 69 fallecidos por siniestros de tránsito, el año pasado la cifra fue de 51.
Estas cifras, aunque están dentro de la media del país para una ciudad con poco más de 456 mil habitantes, y con 50 % menos muertes que la ciudad de Montería (Colombia), ubicada por el Ranking de Ciudades Fatales de LA Network en el cuarto puesto en Latinoamérica, con 102 muertes, preocupa a los actores viales como peatones.
El panorama y pese a los esfuerzos de Pasto por reducir sus cifras, implica siempre la presencia de motociclistas, ciclistas y peatones, los actores viales con mayores incidencias, y se debe en gran parte a su desprotección en las vías y la falta de espacios adecuados para su movilidad.
“Defendemos los derechos del peatón, luchamos por la ocupación correcta y amigable del espacio público. El panorama es crítico por la alta motorización, los siniestros viales y el transporte ilegal. Sin embargo, encontramos luz y esperanza, ya que Pasto es una ciudad intermedia que está implementando el sistema estratégico de transporte con Avante Pasto y Ciudad Energética, con victorias”, agregan.
De acuerdo con Jim Walker, fundador de Walk 21, la ciudadanía ya no se conforma solamente con que la experiencia de caminar sea un derecho, sino que se pueda disfrutar y que el peatón se convierta en lo que él llama un ciudadano VIP.
“Nuestro objetivo central, es poder hacer de Pasto y nuestro territorio, un lugar más amable para vivir, con una visión, escala y velocidad humana, donde los niños y niñas puedan salir a jugar a la calle, donde las personas mayores puedan transitar los espacios de acuerdo con sus tiempos y capacidades”, afirma el colectivo.
¿Cómo hacer de Pasto una ciudad caminable?
Las ciudades latinoamericanas requieren como imperativo un trabajo constante hacia una mejor caminabilidad, de no ser así, están en un riesgo inminente de caer en la motorización de los peatones, cambiando hacia modos como el vehículo particular y la moto, agrega Walker. En ese sentido, el “Colectivo a Pata Pastuso” avanza en actividades que permitan hacer de su ciudad, un espacio amigable para los caminantes.
“Como primera medida, creemos en el poder de la comunicación, comunicar efectivamente la pirámide de movilidad y evidenciar quién es el actor más vulnerable. Desde los días conmemorativos de la bici y el peatón, invitamos a la administración y entidades, a ocupar y habitar el espacio”, agregan.
El colectivo, además, lleva a cabo procedimientos de veeduría ciudadana a las obras de infraestructura, realizando recorridos de evaluación y diagnóstico. En este sentido, el a Pata Pastuso ha podio incidir en el cambio y adecuación de la comunicación para no videntes.
“Para hacer de cualquier territorio un lugar más caminable y en paz, debemos: generar y activar la conciencia ciudadana; sentir por el ser social, indignarse; proponer alternativas de solución; buscar y gestionar el espacio para incidir en política pública; y caminar”, finalizan.