Por Anacláudia ROSSBACH | Regional Manager LAC – Cities Alliance
Los desafíos de la agenda global de desarrollo y la agenda climática fortalecen la narrativa sobre una necesidad de mejoría de los asentamientos informales y precarios. Acerca de la agenda climática, algunos puntos son muy importantes para que ocurran avances, teniendo en cuenta los asentamientos informales como claves para la adaptación y mitigación de riesgos climáticos.
Desde el punto de vista social, la vulnerabilidad ante los desastres climáticos es más impactante en los asentamientos y barrios precarios. Referente a la mitigación, hay que aprovechar al máximo los espacios construidos, ya que existen evidencias de los efectos de la construcción e infraestructura en las emisiones y de la expansión urbana en las zonas ambientales, especialmente en las áreas desordenadas.
Según cifras de las Naciones Unidas, las ciudades representan 3% de la superficie del planeta, pero son responsables por 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero y casi 40% relacionadas a la energía, fruto de la construcción de nuevos edificios residenciales (https://tinyurl.com/2p8ez9rj). En este sentido, es fundamental aprovechar los edificios residenciales existentes, hay muchos ociosos y subutilizados.
La interrupción de los desalojos y el reconocimiento de los derechos de propriedad, mejoran el ambiente para inversiones privadas y públicas en los asentamientos precarios, estimulando pequeños y grandes negocios apalancando una conexión más robusta entre los sectores económicos formales e informales. Con esto avanza la agenda de desarrollo e inclusión. Sobre la recuperación, muchos asentamientos informales están localizados en áreas ambientales deterioradas, inclusive de protección ambiental. La mejora de estas regiones con acceso a servicios e infraestructura adecuados es fundamental para promover la recuperación ambiental de estas áreas.
La informalidad urbana, bajo la perspectiva de la acción de los gobiernos y comunidades organizadas, la mejora de los datos e informaciones a respecto del tema, y la sostenibilidad de la construcción, también fueron algunos temas tratados en algunas sesiones de la COP26, como por ejemplo las organizadas por el Gobierno de Alemania, Icebreaker One y Cities Alliance1.
El contexto de la pandemia acelera la urgencia y llama la atención para estas cuestiones estructurales, los gobiernos y la comunidad organizada estuvieron en la línea de frente en el diseño e implementación de respuestas evidenciando que la acción y el protagonismo local es fundamental. Por otro lado, hay que tener en cuenta que la acción nacional es importante para mejorar el ambiente legal y regulador, coordinar y ampliar inversiones y la información estadística macro.
Hay brechas en datos importantes de cifras sobre asentamientos informales, los gobiernos e institutos de estadísticas no lograron superarlas, será necesario trabajar en alianza con organizaciones de investigación y sociales, inclusive con comunidades de base para continuar con el mapeo y mejorar las bases de datos sobre los asentamientos informales.
Por ejemplo, según cifras de ONU Habitat existen aproximadamente mil millones de personas que viven en situaciones precarias, pero esto fue antes de la pandemia. En Brasil, el IBGE, anunció que el número de asentamientos precarios se ha duplicado en diez años, y el número de hogares ha aumentado en más de 2 millones en el mismo período, un dato aún sujeto a comprobación por el próximo censo en 2022 (https://bit.ly/3n0Hg49). Otra cifra interesante es de los investigadores de la Universidad de Boulder Colorado, quienes estiman que para 2050 la mitad de población urbana del mundo estará viviendo en asentamientos precarios (https://www.atlasofinformality.com/).
La existencia y transparencia de estas cifras serán fundamentales para enfrentar este desafío, diseñar políticas y programas, así como atraer inversiones públicas y privadas en estas regiones. Reconocer la función social y ambiental del suelo, elemento principal para la sostenibilidad, es el primer paso de naturaleza político-cultural para los cambios estructurales. Tratar del tema de la informalidad urbana en la COP 26 aún que de manera tangencial consiste en un paso importante para el reconocimiento de esta agenda como prioritaria para el desarrollo y la acción climática.
