Las dos ruedas como solución a las problemáticas que surgen por diseñar las ciudades para el automóvil y no para los habitantes. Ámsterdam nos permite ilustrar la problemática y la solución. A partir de esto podremos entender y desde el entendimiento empezar a estructurar el proyecto en los territorios que pertenecen a Centroamérica y Suramérica.
El origen de la bicicleta data de la segunda mitad del siglo XIX, como un invento para el esparcimiento y años después tomo un uso deportivo. En Ámsterdam el uso de esta era muy frecuente en los años veinte, pero en los años cincuenta y sesenta el automóvil genero una revolución y en las mentes de los ciudadanos las bicicletas habían cumplido su ciclo, el automóvil era el medio de trasporte por excelencia. Pero con el uso de este, también llegaron los accidentes. En 1971, 3.00 holandeses fallecieron a causa de accidentes de transito y de la cifra anterior 450 eran niños. La alta accidentalidad y las enfermedades respiratorias que empezaron a hacer presencia en la vida de los habitantes. Así que muchas de las madres y ciudadanos en general crearon movimientos en contra del aumento de automóviles. Otro golpe al uso de ese medio de trasporte fue la crisis del petróleo, provocando así un alza en el combustible. En ese momento había mucho en contra y poco a favor.
Fue por eso que en la década de los ochenta el gobierno holandés, la sociedad, y el congreso comenzaron la labor de incentivar el uso de la bicicleta como único medio. Re diseñando la ciudad para suplir las necesidades de su población, dándole el espacio necesario a las bicicletas y poniendo al ciclista como prioridad en las vías. En esta ciudad la bicicleta ya es parte de su cultura en las calles no se duda que el ciclista siempre tiene la vía. En la actualidad el promedio de recorrido diario de los ciudadanos ciclistas es de 4 kilómetros y es que Ámsterdam cuenta con 500 kilómetros en carriles para las dos ruedas. Además los parqueaderos existentes se re estructuraron para que funcionaran con bicicletas son completamente gratis. Por otro lado los que se mantuvieron para el uso de automóviles tiene una de las tarifas más caras del mundo.
En Ámsterdam los desplazamientos en bicicleta son del 32%, el trasporte público supone el 13% del tráfico, y el coche representa un 22% de la movilidad. En el centro de la ciudad el uso de la bicicleta aumenta considerablemente y nos deja un indicador del 48%.
En América latina la problemática por las emisiones de autos y la alta demanda de los mismos ha llevado al Banco Interamericano de Desarrollo junto a un grupo de estudiantes de la américa Universtity a crear un programa para la movilidad de las ciudades del continente americano. A la hora de implantar este tipo de proyectos en América ha sido mas complicado y es que por ilustrar buena parte de Sudamérica es atravesado por la cordillera de los andes y a la hora de ser mas específicos ciudades como, Medellín en Colombia en las ultima década se ha caracterizado por sus avances en movilidad teniendo a disposición de sus habitantes un metro y con este los integrados a demás del metro cable, y tranvía. A pesar de tener todos esos sistemas de transporte la ciudad sigue necesitando un cambio pues al ser un valle los gases que expulsas las fabricas y los automóviles han tenido en alerta en repetidas ocasiones a la población en los últimos años.
Es por esto que ciudades como Medellín a pesar de no ser geográficamente similares a Ámsterdam la cual es completamente llana, deben ver la bicicleta como solución a sus problemas. Esto es posible si las administraciones reúnen lo que ha funcionado en distintas partes y lo adaptan, además de una disposición total de inversión en el proceso no solo en ciclo vías, también en la educación que se les da a los ciudadanos frente a estas nuevas formas de trasporte. Sin educación ningún proyecto por bueno que sea llegará a su fin.