Ciudades y comunidades sostenibles, undécimo Objetivo de Desarrollo Sostenible

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LA Network

Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles, es uno de los objetivos propuestos para el año 2030 por la comunidad internacional liderada por la ONU.

Las ciudades son hervideros de ideas, comercio, cultura, ciencia, productividad, desarrollo social y mucho más. En el mejor de los casos, las ciudades han permitido a las personas progresar social y económicamente.

Ahora bien, son muchos los problemas que existen para mantener ciudades de manera que se sigan creando empleos y prosperidad, sin ejercer presión sobre la tierra y los recursos. Los problemas comunes de las ciudades son la congestión, la falta de fondos para prestar servicios básicos, la escasez de vivienda adecuada y el deterioro de la infraestructura.

Estos problemas que enfrentan las ciudades se pueden vencer con planeación,  de manera que les permita seguir prosperando y creciendo, y al mismo tiempo aprovechar mejor los recursos y reducir la contaminación y la pobreza. El futuro que se han propuesto todos los actores globales incluye a ciudades de oportunidades, con acceso a servicios básicos, energía, vivienda, transporte y más facilidades para todos.

El diagnóstico

La mitad de la humanidad, 3.500 millones de personas, vive hoy día en las ciudades. Para el año 2030, casi 60 % de la población mundial vivirá en zonas urbanas. Y un 95 % de esa expansión urbana en los próximos decenios se producirá en los países en desarrollo, lo que supone un reto aún mayor.

Mientras tanto un poco más de 900 millones de personas viven en barrios marginales y el número sigue aumentando. Es una de las asignaturas pendientes desde que la propia ONU ha invitado a evaluar y pensar el futuro de las ciudades en la primera Conferencia Hábitat en 1976 y hasta la fecha.

En el apartado de recursos ambientales, están quizás los mayores desafíos. Las ciudades ocupan apenas el 3 % del planeta, pero representan entre el 60 y 80 % del consumo de energía y el 75 % de las emisiones de carbono. Además la rápida urbanización está ejerciendo presión sobre el abastecimiento de agua dulce, las aguas residuales, los medios de vida y la salud pública.

Pero la densidad relativamente alta de las ciudades puede lograr un aumento de la eficiencia y la innovación tecnológica y al mismo tiempo reducir el consumo de recursos y de energía.

Los compromisos asumidos

Sin duda, el compromiso más urgente e ideal para el año 2030 es poder asegurar el acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros y asequibles y mejorar los barrios marginales.

Igualmente, es necesario proporcionar el acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, con accesibilidad para todas las personas y sostenibles y mejorar la seguridad vial, en particular mediante la ampliación del transporte público, prestando especial atención a las necesidades de las personas en situación vulnerable, las mujeres, los niños, las personas con discapacidad y las personas de edad.

De otro lado, se ha planteado también el compromiso de aumentar la urbanización inclusiva y sostenible y la capacidad para una planificación y gestión participativas, integradas y sostenibles de los asentamientos humanos en todos los países.

En el campo de trabajo por tener ciudades resilientes, para 2030 se busca reducir de forma significativa el número de muertes y de personas afectadas por los desastres, incluidos los relacionados con el agua, y reducir sustancialmente las pérdidas económicas directas vinculadas al producto interno bruto mundial causadas por los desastres, haciendo especial hincapié en la protección de los pobres y las personas en situaciones vulnerables.

Así mismo, es imperativo reducir el impacto ambiental negativo per cápita de las ciudades, incluso prestando especial atención a la calidad del aire y la gestión de los desechos municipales y de otro tipo, así como proporcionar acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles, en particular para las mujeres y los niños, las personas de edad y las personas con discapacidad.

Y por último en el terreno económico, el compromiso por cumplir a 2030 incluye apoyar los vínculos económicos, sociales y ambientales positivos entre las zonas urbanas, periurbanas y rurales mediante el fortalecimiento de la planificación del desarrollo nacional y regional. E incluso proporcionar apoyo a los países menos adelantados, mediante la asistencia financiera y técnica, para que puedan desarrollar ciudades sostenibles y resilientes y su infraestructura.

Con información de ONU