En una columna anterior me referí a los efectos de los monocultivos y la necesidad de restaurar las cuencas hídricas (https://lanetwork.org/restauracion-ecologia-de-las-cuencas-hidricas/). Hoy bajo esta misma discusión, presento algunos datos y argumentos que espero sirvan para profundizar en este ámbito y sirvan para la acción concreta en la recuperación de este ecosistema.
Laguna Quiñenco es utilizada como punto estratégico para la captación de agua para el consumo humano (por la sanitaria ESSBIO), se estima que corresponde a un 20% de la captación total de agua (https://www.diarioconcepcion.cl/ciudad/2021/06/01/coronel-en-estado-de-alerta-por-descenso-de-laguna-quinenco.html). Si la disminución de agua de esta laguna se mantiene constante 35 mil hogares corren el riesgo de ser afectadas en el suministro de agua para el consumo humano.
Otro factor que genera un importante daño en este ecosistema es la presencia de rellenos y cambio en el uso del suelo. La presencia de inmobiliarias como POCURO, GALILEA, PACAL, genera una importante perturbación en la escorrentía superficial de agua, modificando cauces y rellenando humedales.
Lo anterior es donde se concentran las protestas y reclamos ciudadanos. Son problemas cercanos que se visualizan día a día. Sin embargo existe un problema casi invisible, del cual nos damos cuenta cuando la situación se vuelve crítica. En un contexto mundial se ha denominado como Cambio climático. Sus repercusiones están asociadas a un aumento de la temperatura (a escala planetaria), acidificación de los océanos, erosión del suelo, sequías, alteración en las precipitaciones
Este último punto es relativo según el territorio, en algunos las precipitaciones aumentan o se concentran en periodos cortos de tiempo (lluvias torrenciales), en otros territorios son escasas o casi nulas. Un descenso en las precipitaciones afecta directamente la capacidad de recarga de los cuerpos de agua, como la Laguna Quiñenco. Al revisar los registros históricos de precipitaciones anuales acumuladas para la estación Carriel Sur (la más cercana a Laguna Quiñenco) los datos evidencian una sostenida tendencia a la baja de las precipitaciones.
El mayor registro anual es en el año 1950 con 1663,8 mm. El menor es el año recién pasado 2021 con 559,2 mm. Desde el año 2009 no se registran mediciones anuales que superen los 1000 mm. Cifras que contrastan fuertemente con los antecedentes históricos del territorio que la describen como un clima templado húmedo con precipitaciones entre los 1200 mm a 2000 mm (https://www.bcn.cl/siit/nuestropais/region8/clima.htm).
Los datos están a la vista, no podemos seguir gestionando el territorio y el uso del agua en base a cifras desactualizadas, la escasez hídrica es una realidad que por años hemos intentado ocultar. Ya no basta con el eslogan de gestionar el territorio pensando en las futuras generaciones, debemos tomar medidas inmediatas para, con suerte, asegurar nuestro propio consumo de agua.