El ecólogo español Narcís Prat describe en un libro, con leves toques de humor, su participación como Perito del fiscal de Delitos Ecológicos en unos 100 juicios realizados en los años ochenta y noventa en su país.
“¿Cómo dice? ¿Que el río baja de color de leche?”, es la frase contundente que abre uno de los capítulos del libro Andanzas y desventuras de un ecólogo en los juzgados del «reyno», una nueva publicación de Narcís Prat, catedrático de Ecología en la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona, que relata su experiencia como perito del fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en un centenar de juicios relacionados con el delito ecológico.
En este nuevo título, publicado por la editorial Milenio, Prat describe su participación como ecólogo en juicios sobre delitos medioambientales –en especial, vertidos de contaminantes en los ríos– entre 1989 y 2001.
Pura casualidad: un ecólogo en el mundo de la justicia medioambiental
Con un estilo divulgativo –abundan las anécdotas personales y el sentido del humor–, el autor combina las explicaciones sobre el funcionamiento interno del mundo jurídico con el conocimiento científico sobre los factores que causan episodios de contaminación en los ríos y el impacto que estos tienen en el medio natural.
En concreto, Narcís Prat recuerda sus inicios en el mundo de los juicios por temáticas ambientales –“a ser perito llegué por pura casualidad”-, en un momento en que todas las causas por delito ecológico se basaban en un único artículo del Código Penal, el 347 bis, y la sensibilización social al respecto era todavía mínima.
En aquella época, los ejes de referencia del mundo de la jurisdicción medioambiental eran una gran permisividad ante la actividad industrial y la falta de medios técnicos y profesionales. Como resultado, las multas al sector empresarial eran a título anecdótico y se solía llegar a soluciones pactadas (el conocido plan de descontaminación gradual).
“Nadie tenía mucha idea de lo que había que hacer, ni los jueces, ni el fiscal ni los abogados defensores, y los conocimientos de temas ambientales de esos profesionales eran tan amplios como los míos en derecho”, recuerda en el libro el ecólogo español, que es catedrático del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la Facultad de Biología, y uno de los expertos más destacados en todo el país en el ámbito de la ecología de los ríos.
“Cuando le pregunté al fiscal -continua el relato- cómo había que hacer los informes y con qué medios contaba, me dijo que yo mismo, que los informes los hiciera como yo juzgara oportuno hacerlos y que, de medios materiales para hacerlos, pues los que yo pudiera conseguir”.
El doctor Prat y el «reyno»
Durante más de una década, el autor participó en múltiples casos judiciales de distintas tipologías –vertidos, curtidos de piel, detergentes, disolventes, mataderos, laboratorios, papeleras, textiles, aguas residuales–, que se describen en el libro como una auténtica lucha de David contra Goliat. “Según ellos yo era un enemigo del progreso por la interpretación exigente y restrictiva de la norma del delito ecológico. Con mis peritajes lo único que hacía era obligar a que las empresas cerraran sus plantas”.
En otros capítulos, Prat recuerda la importancia del trabajo en equipo con otros peritos ambientales, expertos y representantes del mundo de la judicatura –“Dr. Prat, hoy no nos ha hablado del amonio”- que han contribuido con su actividad profesional “a que los ríos del «reyno» estén hoy un poco más limpios que antes”.
Narcís Prat es uno de los miembros fundadores de la Fundación Nueva Cultura del Agua y ha contribuido activamente a definir un modelo nuevo de gestión del agua en todo el Estado. Director de múltiples proyectos de investigación, fue el primer director del Grupo de Investigación Freshwater Ecology and Management (FEHM) –adscrito al Instituto de Investigación del Agua (IdRA) de la UB– y ha sido asesor de la Agencia Catalana del Agua, entre otros cargos. Fue el coordinador del proyecto europeo LIFE TRIVERS, dedicado al estudio del estado ecológico de los ríos temporales de acuerdo con los objetivos de la Directiva marco del agua (DMA) de la Unión Europea.
En la actualidad, sus líneas de investigación continúan dentro del grupo FEHM, que ahora lidera la profesora Núria Bonada, en el Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona (IRBio).
Prat es responsable del proyecto de ciencia ciudadana Riu.NeT, una herramienta interactiva para conocer mejor los ecosistemas fluviales que ha recibido el Premio Medio Ambiente 2017 de la Generalitat de Cataluña en la categoría de mejor iniciativa, así como el Premio Antoni Caparrós, del Consejo Social de la UB y de la Fundación Bosch i Gimpera, al mejor proyecto de transferencia de conocimiento, tecnología e innovación.
Con información de la Universidad de Barcelona