Cualquier niño o adolescente en su etapa de crecimiento, desea jugar al aire libre y compartir juntos a otros amigos. En esta etapa clave del desarrollo infantil, la presencia de un parque o espacio para su recreación juega un papel importante más allá de simples estructuras diseñadas por el hombre.
En nuestro quehacer diario como ciudadanos, padres o madres en una familia, nos hemos preguntado ¿Cuántos parques existen en mi comunidad?, o si los disponibles ¿son suficientes para la recreación de nuestros hijos y compartir junto a ellos? Quizás para muchos, no sabrían contestar esta pregunta, pero si agregamos otra interrogante: ¿Cuáles son las características de estos parques? ¿Responden a las necesidades de nuestros hijos? Allí las cosas se complican aún más, pues muchos no conocen y comprenden la importancia de los parques tanto para nuestros hijos como para nosotros como miembros de una comunidad.
Los parques constituyen un recurso valioso para las comunidades al proporcionar un entorno seguro donde los residentes pueden reunirse y disfrutar de la belleza de la naturaleza. Además, permiten que los niños se diviertan mientras son supervisados por sus padres y que los miembros de la comunidad mejoren su bienestar físico utilizando equipos de ejercicio, todo en un ambiente tranquilo.
Para que su comunidad pueda sacar el máximo provecho de los beneficios de los parques y las áreas de recreación, es esencial que estos espacios cuenten con diseños atractivos, servicios fácilmente accesibles y zonas de juego adecuadas para todas las edades. Es fundamental comprender la relevancia de los parques y áreas de juego, ya que pueden añadir un valor significativo a su comunidad.
A. Los beneficios que conocemos, pero ignoramos
Los parques y centros de recreación ofrecen una serie de beneficios no solo para nuestros hijos:
- Desarrollo Físico y Salud:
En entornos urbanos, la polución atmosférica generada por vehículos y procesos industriales a menudo llega a niveles perjudiciales para la salud de los habitantes. La siembra de árboles en zonas de esparcimiento puede contrarrestar esta situación.
De acuerdo con una investigación, se afirma que tan solo una hectárea de árboles puede absorber hasta 40,7 toneladas de dióxido de carbono del aire. Aunque la cantidad precisa puede variar según la especie de árbol y su madurez, resulta evidente que áreas de uso comunitario, como parques que incorporan árboles, tienen el potencial de contribuir a la implementación de enfoques ecológicos en zonas urbanas y barrios.
Igualmente, los parques y centros de recreación son fundamentales para el desarrollo físico de los niños. Proporcionan un entorno seguro para que los niños jueguen al aire libre, lo que contribuye a un estilo de vida activo y saludable. Estudios han demostrado que la falta de actividad física puede llevar a problemas de salud en la infancia, como la obesidad.
- Desarrollo Cognitivo y Social:
Cuando los niños tienen la oportunidad de jugar al aire libre en lugar de estar confinados en espacios interiores, se potencia de manera significativa el impacto positivo de la actividad física. Los niños que pasan tiempo al aire libre tienen:
- Mejores puntuaciones en los exámenes
- Mejor función cognitiva
- Menos problemas de comportamiento
- Menos signos de TDAH
- Mejora de la autodisciplina
Además, estos espacios fomentan el desarrollo social de los niños, estimulando su creatividad y la resolución de problemas. Además, interactuar con otros niños en un entorno de juego promueve habilidades sociales y emocionales.
- Reducción del Estrés y Mejora del Bienestar:
En la era de la tecnología y la creciente tendencia de pasar del trabajo al hogar sin variar la rutina, los parques desempeñan un papel fundamental al brindar a las personas un entorno donde pueden interactuar en persona con sus vecinos. Los espacios comunitarios en los parques permiten que tanto niños como adultos se reúnan y conozcan a personas nuevas que comparten intereses similares. Además, los parques con áreas de picnic ofrecen el lugar ideal para la celebración de fiestas y reuniones, proporcionando espacio para eventos de gran envergadura.
La frecuente visita a un parque puede incrementar las oportunidades para que los padres conozcan a más miembros de su comunidad, fomentando la interacción social y la construcción de relaciones más sólidas. De igual forma, los parques ofrecen a los niños un respiro de las demandas académicas y el estrés. Pasar tiempo al aire libre en un entorno natural ayuda a reducir el estrés y mejora el bienestar emocional.
- Espacios Seguros y Accesibles:
Los habitantes de una comunidad deben experimentar una sensación de seguridad en su entorno. Cuando carecen de lugares seguros para visitar, es probable que se queden en sus hogares y por ende sus hijos. En aquellas comunidades donde los residentes rara vez abandonan sus viviendas, se ven privados de los beneficios de la vida al aire libre y la interacción social. En este contexto, los parques pueden desempeñar un papel crucial al proporcionar a los residentes y sus hijos un espacio seguro al que acudir.
Igualmente, los parques representan un entorno seguro donde los miembros de la comunidad pueden reunirse y disfrutar de actividades recreativas. Al disponer de un espacio protegido para sus hijos, los padres son más propensos a permitir que los pequeños salgan a jugar.
- Beneficios para las Familias:
Debido a las múltiples oportunidades que los parques brindan para que personas de todas las edades disfruten, las familias pueden participar en conjunto en diversas actividades recreativas. La participación conjunta en estas actividades puede fortalecer los lazos entre padres e hijos. Cuando los padres comparten momentos de calidad al aire libre con sus hijos, fomentan un ambiente propicio para la comunicación abierta y la compartición de información significativa.
A saber, estos espacios no solo benefician a los niños, sino también a las familias. Los parques se convierten en lugares de encuentro y promueven la cohesión familiar. Igualmente, las comunidades pueden promover el bienestar de sus residentes a través de la creación de áreas de recreación en donde los miembros de la comunidad pueden usar el parque para pasear a su perro, jugar baloncesto, andar en bicicleta o disfrutar de un picnic con amigos. Independientemente de cómo elijan usar el espacio, podrán beneficiarse a su manera de la oportunidad de salud física, mental y social que un parque brinda a la comunidad.
B. La realidad de muchas ciudades colombianas que se debe transformar
Gran parte de las ciudades colombianas tienen un déficit de parques y centros de recreación para niños. Esto se debe a una serie de factores, como el rápido crecimiento urbano, la falta de planificación urbana y la escasez de recursos. Ante ello, las exigencias ciudadanas deben estar presente, por lo que es necesario que sus habitantes conozcan los beneficios de los parques urbanos y los derechos que tienen sus hijos de disfrutar de los mismos.
En Colombia existen iniciativas locales que comienzan a comprender la relevancia de los parques urbanos. Una de ellas es el Parque Los Andes, uno de los 258 espacios públicos transformados a través del programa de renovación masiva de parques de la ciudad a través de la iniciativa Todos al Parque. Anteriormente este espacio estaba asociado con el tráfico de drogas, el crimen y el abandono. El Parque Los Andes se ha convertido en un lugar de encuentro familiar con diversas áreas de juego y canchas de futbol bien iluminadas y mantenidas.
Todos al Parque fue finalista del Premio a las ciudades del Centro Ross de WRI 2021-2022, y es muestra de una efectiva inversión inclusiva en espacios públicos verdes que busca generar inclusión, apoyar a los grupos marginados y mejorar la calidad de vida.
Otra experiencia exitosa es la recuperación de espacio público en Bazurto, Cartagena, demostrando los beneficios de los parques urbanos para la comunidad. El proyecto, que se inició en 2014, ha transformado el barrio, creando un espacio verde y seguro para los residentes. El parque cuenta con áreas de juegos infantiles, canchas deportivas, zonas verdes y espacios para eventos culturales.
Igualmente, el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera, en Bogotá, Colombia, ha sido transformado en un espacio público inclusivo y sostenible. El proyecto, que se completó en 2016, ha mejorado la calidad de vida de los residentes del barrio, proporcionando un lugar seguro y agradable para el recreo y la socialización. El parque cuenta con áreas de juegos infantiles, canchas deportivas, zonas verdes, un anfiteatro y una biblioteca.
Acerca de la cantidad de parques urbanos que debería tener una ciudad, este aspecto depende de varios factores, ya sea por el tamaño de la ciudad, su población y densidad. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las ciudades tengan al menos 9 metros cuadrados de espacio verde por habitante. Además, algunos expertos sugieren que las ciudades deberían tener un parque urbano de al menos 2 hectáreas a no más de 300 metros de distancia de cualquier hogar.
En fin, a pesar de las iniciativas locales en Colombia, aún faltan muchas cosas por hacer. Tras una breve comprensión de los beneficios de los espacios para la recreación de nuestros hijos, las propuestas de planificación urbana deben conllevar a subsanar esta deuda ciudadana y brindar las oportunidades que por derecho tienen los niños de jugar.
