En el siglo XXI, las ciudades de todo el mundo enfrentan desafíos significativos relacionados con la movilidad. El aumento de la población urbana, la congestión del tráfico y la preocupación por la sostenibilidad han llevado a un renovado interés en los sistemas de transporte masivo, especialmente en los sistemas de metro.
A lo largo de las últimas décadas, los sistemas de metro han experimentado un crecimiento excepcional. Lo que una vez fue una característica distintiva de algunas de las principales metrópolis, ahora se ha convertido en una necesidad para muchas ciudades. Asuntos como la rapidez, eficiencia y la reducción de la huella ambiental han contribuido a su creciente popularidad.
Ciudades asiáticas como Beijing y Shanghái (China), Tokio (Japón) y Seúl (Corea del Sur), han liderado el camino en términos de expansión y modernización de los sistemas de metro. Otras regiones, incluyendo Europa y América del Norte, también han seguido esta tendencia, invirtiendo en proyectos ambiciosos para mejorar la conectividad y reducir la dependencia del transporte privado.
Hoy entre los proyectos más destacados está la expansión de la Línea 1 del Metro de Beijing. Comenzó justo este mes y tendrá una longitud de 21 kilómetros hacia los suburbios del suroeste de la ciudad, en los que se construirán 9 estaciones. Hay que decir que el Metro de Beijing tiene actualmente 836 kilómetros de longitud, lo que lo hace el más extenso del mundo.
En Corea del Sur, el metro de Seúl ha establecido estándares elevados en términos de tecnología y diseño. El proyecto de la Línea de Alta Velocidad KTX que conecta varias ciudades es ejemplar. Y Korail, empresa encargada del transporte ferroviario en ese país, tiene previsto ampliar la red nacional en un 25 % hasta sumar un total de 5.340 kilómetros de vías férreas para 2030.
Siguiendo en esa zona del mundo, el Metro de Moscú inauguró el año pasado la Gran Línea Circular (GLC), que tiene 70 kilómetros de longitud y 35 estaciones. Este metro tiene ya 14 líneas y más de 250 estaciones, que espera ampliar a más de 300 para este año. También en India el Metro de Nueva Delhi se viene expandiendo y está en proceso la construcción de un tramo de 31 kilómetros de metro en la ciudad de Hyderabad, epicentro de las grandes empresas tecnológicas, que conectará con el aeropuerto internacional de Shamshabad. Esta línea ferroviaria de semialta velocidad tendrá 10 estaciones, 9 de ellas elevadas y una subterránea. En el Mundo Árabe, Doha (Qatar) tiene uno de los metros más modernos del mundo en expansión y en Arabia Saudita, el Metro de Riad trabaja en tener pronto 6 líneas para ser el sistema más grande de esa región.
En el caso de la Unión Europea, con su rica historia y densidad urbana, ha centrado sus esfuerzos en modernizar y expandir sus sistemas de metro. Ciudades como París, Londres y Berlín han estado invirtiendo en la renovación de infraestructuras existentes y en la creación de nuevas líneas para abordar las crecientes demandas de la población.
El Grand Paris Express es uno de los más grandes proyectos de infraestructura en Europa. Duplicará la red de metro con 200 km a través de la construcción de 4 nuevas líneas alrededor de París (líneas 15, 16, 17 y 18), de 68 nuevas estaciones y la ampliación de las líneas 11 y 14 ya existentes. Justamente, se espera inaugurar la prolongación de la línea 14 hasta el aeropuerto de Orly para los Juegos Olímpicos. Las demás líneas entrarán en servicio, de forma progresiva, a partir de 2025. En lo que respecta a Londres, el siguiente paso es la renovación de la emblemática Línea Bakerloo, que aumentaría la capacidad en un 25 % y reduciría los tiempos de viaje en un 10 %, aunque está pendiente de la financiación definitiva.
En América del Norte, las ciudades también han reconocido la importancia de los sistemas de metro para abordar los problemas de congestión y sostenibilidad. Metrópolis como Nueva York y Toronto han estado trabajando en proyectos ambiciosos para modernizar y expandir sus redes de metro.
En resumen, los sistemas de metro están más vivos y vigentes que nunca. El crecimiento global es un testimonio del compromiso de las ciudades con la movilidad sostenible y eficiente. A medida que los proyectos más recientes se llevan a cabo con tecnologías innovadoras y diseños vanguardistas, se está allanando el camino para un futuro en el que el transporte público, especialmente los sistemas de metro, desempeñará un papel fundamental en la evolución de las ciudades modernas.
Hasta pronto y gracias por su lectura.