En Latinoamérica existen 10 puntos de la red de monitoreo, cada uno con mediciones variables.
En Manizales, Colombia, se encuentra ubicado el único punto de monitoreo de Compuestos Orgánicos Persistentes (COP), sustancias que aparecen estipuladas como prohibidas en el Convenido de Estocolmo.
El proyecto, coordinado por la agencia Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá (ECCC por sus siglas en inglés), funciona en la reserva ecológica Río Blanco y en él participan ingenieros hidráulicos y ambientales de la Universidad Nacional, quienes desde 2011 avanzan en el análisis de estos compuestos.
Durante el proceso de investigación, que incluye intercambios académicos y de conocimiento, investigadores canadienses han llegado a Colombia para conocer la manera como trabajan los integrantes del punto de monitoreo, donde a través de Puf o espumas de poliuretano, buscan adsorber la presencia de gases o partículas en los gases.
Una vez realizado este muestreo y es enviado al centro de investigaciones en Canadá, los PUF son guardados en frascos sellados herméticamente para evitar la contaminación. Por el momento, las muestras obtenidas en la reserva natural no detectan altas presencias de Dioxinas, Aldrina, Clordano, Dieldrin, DDT y Bifenilos, entre otros, los cuales la mayoría son insecticidas utilizados en cultivos.
En una visita reciente de Jasmin Shuster, de la ECCC, la investigadora enfatizó en que el objetivo de la red de monitoreo global es inspeccionar escenarios urbanos, rurales, de agricultura y lugares remotos, donde se presume haya menor o mayor presencia de estas partículas, con el fin de analizar cada uno de los entornos.