Entendiendo el confort térmico de las ciudades

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Rosana Guerrero

Cuando pensamos en la palabra “confort”, nuestra mente automáticamente la asocia con el término de bienestar, solo que para este caso, el bienestar depende de las consecuencias del equilibrio entre las condiciones antropológicas y las medio ambientales, y dicho equilibrio es sometido constantemente a variables que hacen susceptible su condición.

Nuestras ciudades padecen las transformaciones de la globalización, tanto así, que estas pasaron de proporcionar climas placenteros a climas sofocantes.

El deber ser, según lo expresa American Society of Heating Engineers, el confort térmico es aquella condición de la mente que expresa satisfacción con el ambiente.

Confort térmico es inversamente proporcional a desarrollo urbano

El ritmo de urbanización tan acelerado debido a la alta tasa de crecimiento urbano,  ha proclamado la necesidad de construir cada vez más edificaciones de tipo vertical e infraestructura vial, a simple vista se soluciona un problema social, pero ambientalmente se está creando otro, ya que dichas construcciones son hechas con materiales captores de energía térmica y son responsables de modificar los microclimas de las ciudades y alterar los regímenes de lluvias.

Los microclimas de cada ciudad comprenden: temperatura del aire, radiación neta recibida por las superficies, humedad, precipitación, velocidad y dirección del viento.

Acá un ejemplo del Microclima en Merlo, Buenos Aires – Argentina, y como la actividad turística ha modificado las condiciones ambientales de la zona.

https://www.youtube.com/watch?v=wHRUJk25nys

Alguna vez te has preguntado… ¿Por qué están variando tanto los patrones de precipitación? Los meses que debería llover, ya no llueve y viceversa. ¿O por qué actualmente se dan rangos de temperatura tan extremos?

Bueno, la ciudad es la representación más radical de transformación del paisaje natural, debido a que además de cambiar la morfología del terreno, generar nuevas construcciones, disponer el territorio para otros usos,  la misma a la par genera cambios en las condiciones climáticas y ambientales, modificando la dirección y la intensidad del viento, elevando la temperatura y afectando el régimen de precipitaciones.

 

La imagen habla por sí sola, la ciudad es el ente que más produce altas dosis de calor debido a la gran intervención de actividades urbanas.

Ya es bastante evidente el desempeño del hombre por modificar el territorio en busca de mejorar su condición de vida, pero ¿qué pasa con el medio ambiente?, la característica ambiental también juega un papel muy importante en los asentamiento urbanos, las nociones de confort y de calidad de vida van ligadas al bienestar que proporciona la vegetación urbana, y es que aún en pleno siglo XXI hay oídos sordos ante esta situación, la realidad es que los espacios verdes matizan a los espacios grises (el pavimento).

El microclima podría jugar a favor del confort térmico

El microclima puede modificarse para aumentar los grados de confort humano y de este modo reducir el consumo de energía. Por ejemplo, en las ciudades frías, mejorar el aislamiento y  la captación solar de los edificios, constituye medidas relativamente sencillas que aúnan eficacia y bajo coste. Por otro lado, en climas cálidos, pueden agruparse árboles y edificios con el fin de crear zonas de sombra y direccionar las corrientes naturales de aire, reduciendo el uso del aire acondicionado.

La vegetación arbórea y/o cobertura vegetal, cualquiera de estas opciones según sea el caso, son ideales para contrarrestar los impactos negativos producto de las actividades antropogénicas, como la contaminación del aire, el ruido y el exceso de radiación. Su importancia radica, en ser un excelente regulador de intercambio de aire, temperatura y humedad con el medio urbano, además favorece al fenómeno de evapotranspiración, reduce la temperatura ambiental por el efecto tapizante o de sombra que proporcionan, al mismo tiempo actúa como filtro de partículas contaminantes que se encuentran en la biosfera y también es responsable de reducir la contaminación acústica.

Sin obviar el hecho, que la vegetación tiene un papel perceptual paisajístico y ornamental en la ciudad, disponer de especies verdes en los espacios públicos es un punto a favor de la calidad de vida, ya que promueve el encuentro favoreciendo la interacción social.

Los espacios verdes son útiles para el disfrute del tiempo de esparcimiento del hombre y además le dan un respiro al planeta y a nosotros.

“La vegetación controla e, incluso, disminuye el calor urbano, no enfriando el aire sino evitando que este se caliente”.

El confort térmico es un elemento importante al referirnos a calidad de vida, y por ende se debe trabajar en pro de que las ciudades cuenten con las condiciones climáticas deseadas pese a la presión de los efectos antropogénicos. La disminución de aproximadamente unos 2°C de temperatura en las urbes, se puede lograr con el incremento de áreas de cobertura vegetal.

Por: @Guerflor