Escudos verdes agroecológicos: para mejorar la relación campo-ciudad

Escudos verdes agroecológicos: para mejorar la relación campo-ciudad

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LA Network
22 julio, 2018 - Ecología Urbana

Los cambios globales, con una población mayoritariamente urbana, exigen una transformación urgente en la manera en que las ciudades sustraen recursos del campo sin ocuparse de la sostenibilidad. Los escudos verdes agroecológicos, que son distintos a los cinturones verdes, quieren ser una propuesta viable para enfrentar esta sustracción desaforada de recursos.

Escudos verdes agroecológicos: para mejorar la relación campo-ciudad
Los escudos verdes agroecológicos, que son distintos a los cinturones verdes, quieren ser una propuesta viable para enfrentar esta sustracción desaforada de recursos.

Es un ciclo suicida: las ciudades depredan y agotan sus propios recursos naturales y servicios ambientales. Este esquema empieza exigir más territorio de las zonas rurales productivas que a su vez, empiezan a presionar intensamente bosques y reservas naturales mucho más allá de lo que se alcanza a ver desde las urbes.

Las ciudades consumen el 75% de los recursos del planeta y entre un 60 y 80% de la energía global (2 mil millones de litros de combustibles fósiles), por citar algunos datos.

Es lo que se ha denominado ‘geofagia’, un proceso que avanza a grandes pasos, uno de ellos el consumo de valiosos territorios agrícolas “que no son percibidos por el mercado inmobiliario o el Estado, como relevantes áreas de conservación para garantizar la alimentación de las propias poblaciones que hoy día, avanzan sobre ellas”.

Así las cosas, ha llegado el momento, según el Doctor en Agroecología, Sociología y Desarrollo Rural Sostenible de la Universidad de Córdoba, Walter Alberto Pengue, y también integrante del área Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad (TEEB, por sus siglas en inglés) para la Agricultura y la Alimentación del Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente; de cambiar el paradigma latinoamericano  de la relación campo-ciudad, la transición de una economía marrón a una economía verde.

Y es que aquel panorama ocurre con especial énfasis en las ciudades de los países en desarrollo, que serán protagonistas de lo que Pengue indica, es la ‘segunda oleada de urbanización y que impactaría los continentes más jóvenes, sus países y claro, sus ciudades. El experto internacional, datos en mano, señala que la población de Latinoamérica pasará en 2050, de 433 a 683 millones y sus impactos requieren cambios en la interfase urbano rural.

“La propuesta tecnológica de un escudo verde agroecológico, la implantación del verde productivo, el aprovechamiento de las plazas comestibles y la incorporación de huertas comunitarias e individuales en los nuevos barrios creados, contribuirán al fortalecimiento de las capacidades de sustentabilidad, la economía social y solidaria y la recuperación de bienes y servicios ambientales, perdidos en las ciudades actuales, más vinculadas a la economía marrón que a una economía sostenible”, afirma el experto en su artículo Agroecología y Urbanismo en el siglo XXI: Hacia la generación de Escudos Verdes Productivos en los Pueblos y Ciudades de la Argentina.

El  Doctor Pengue enumera distintas problemáticas como la superación del techo de producción en las ciudades, de los recursos necesarios para su sustento lo que le obliga a ir por más. Pero también en términos de ineficiencia en el consumo de esos recursos ya haciendo parte de ese llamado ‘metabolismo urbano’.

 Desperdicio de alimentos según la FAO (datos citados por Pengue).
Cereales 30%
Productos avícolas y lácteos 20%
Pescados y productos marinos 30%
Frutas y hortalizas 45%
Carne vacuna 20%
Raíces y tubérculos 45%
Legumbres y oleaginosas 20%

“Los insumos de materiales y energía per cápita y año de una sociedad están en gran medida determinados por el modo de producción y el estilo de vida asociado con éste, lo que Fischer-Kowalski llama ‘perfil metabólico característico’ de una sociedad”, explica Pengue quien agrega que entonces, el problema es que en términos de sostenibilidad,  el metabolismo social actual de las ciudades argentinas, pero en general de las de Latinoamérica, es que su escala supera “la capacidad de producción de los sistemas naturales, ya sea en el aprovisionamiento de recursos o en su capacidad de absorción de desechos y emisiones”.

El escudo verde, una posibilidad sustentable para las ciudades argentinas y de Latinoamérica

Frente a estos y otros problemas, Pengue ha construido una propuesta de ‘Escudo Verde’ que busca proteger la ciudad, sus habitantes, de los efectos de la agricultura industrial, generadora constante de agroquímicos que finalmente llegan a las urbes desde las zonas rurales.

“El Escudo Verde es el resultado de un ambicioso plan de restauración y recuperación ambiental de la periferia de las ciudades”, explica Pengue quien además afirma que esta propuesta es un proyecto impulsado por el Gepama (Grupo de Ecología del Paisaje y Medio Ambiente de la Universidad de Buenos Aires.

Para Pengue,  el Escudo Verde no puede confundirse con una propuesta de ‘cinturón verde’ ya que el primero es un sistema ambiental que además de ser productivo,  también es protector, conservador y recuperador “de servicios ambientales importantes para la sociedad”.

Ello, a diferencia del cinturón verde al que describe como un espacio periurbano dedicado a agriculturas familiares -granjas o quintas-, que aún produce agroquímicos y que produce “verduras de hojas y hortalizas de estación”. Ahora, en oposición a este modelo, Pengue habla de la Agroecología definida como el manejo ecológico de los Recursos Naturales, a través de formas de acción social colectiva que apuntan a una propuesta de solución más integral del problema moderno, haciendo frente a la crisis ecológica y social, de Argentina en este caso pero claro aplicables a otras ciudades.

Escudos verdes agroecológicos: para mejorar la relación campo-ciudad
Walter Alberto Pengue, Doctor en Agroecología, Sociología y Desarrollo Rural Sostenible de la Universidad de Córdoba. Foto: Cortesía

“Los sistemas agrícolas deberán apuntar hacia una ecologización, a través de una transición agroecológica. Este es un proceso social orientado a la obtención de índices más equilibrados de resiliencia, productividad, estabilidad y equidad en la producción de los alimentos”, argumenta el experto argentino.

Con la propuesta de ‘Escudos Verdes Productivos’ Pengue asegura, se lograrían soluciones de alto calado como evitar los impactos de la agricultura industrial; promover modelos de recuperación que integren varios cinturones verdes y corredores medioambientales. Además, control del crecimiento de territorio urbano; fomento de puestos de trabajo, inserción de la agricultura familiar al enfoque agroecológico;  recuperación de suelos y generación de mercados locales que conectan la producción local con la rural a precios más justos; en un proceso que “arranca en las ciudades, luego en sus interfaces y seguramente avanzará”, para aportar la solución desde la misma causa.

Pues tal y como afirmara hace poco Maimunah Sharif, Directora Ejecutiva de ONU Hábitat, en el Foro Político de Alto Nivel en Desarrollo Sostenible, “Si arreglamos las ciudades solucionamos muchos problemas del mundo”.