Precisamente, el viernes el Gobernador anunció medidas buscando ahorrar 8.000 millones de dólares.
Una deuda aproximada de 53 millones de dólares (170 millones de reales) llevó al Gobierno Federal de Brasil a congelar las deudas del estado de Río de Janeiro, mismo que se había declarado en estado de emergencia financiera antes del comienzo de los Juegos Olímpicos.
La declaración, que de momento pareció hecha a tiempo, permitió al Gobierno una reasignación de fondos que sin embargo no alivió la situación y detonó ante la ausencia de pago por meses a los trabajadores públicos.
El anuncio de este lunes fue encargado al Secretario de Finanzas, quien confirmó que las cuentas seguirán congeladas mientras que el Estado no cancele la deuda con la Nación. Ante esto, el gobernador de Río, Luiz Fernando Pezao, se desplazó a Brasilia para intentar concertar un acuerdo con el funcionario de Finanzas.
A su vez, el anuncio significa que los dineros recaudados en las cuentas sean destinados íntegramente a reparar la deuda, lo que implica inconvenientes para solventar otras necesidades que surgen en las ciudades del Estado y ante las cuales se habían realizado convenios.
Durante este año, esta es la tercera vez que Río de Janeiro sufre un congelamiento de cuentas, luego de que en el pasado mes de junio y ante la declaración de emergencia financiera, la Nación bloqueó las arcas por una deuda con la Agencia Francesa de Desarrollo; luego, fueron también congeladas por deudas con los funcionarios.
