Gobierno de Bogotá derogó estado de utilidad pública en reserva natural Van der Hammen

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LA Network Ciudades
17 diciembre, 2016 - Ecología Urbana

La reserva actual posee 1.400 hectáreas.

Los críticos de Peñalosa también le han reclamado por sus aseveraciones de que no hay estudios que demuestren la existencia de recursos hídricos bajo esos terrenos.
Los críticos de Peñalosa también le han reclamado por sus aseveraciones de que no hay estudios que demuestren la existencia de recursos hídricos bajo esos terrenos.

Este viernes, la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá decidió invalidar la resolución por medio de la cual la reserva Van der Hammen estaba declarada como de utilidad pública e interés social, “prioritarias para consolidar la conectividad ecológica, protección y restauración de los valores ambientales”.

Esta derogatoria, la hizo la institución bajo el argumento de que sus competencias no incluyen impartir declaratorias de utilidad pública sobre las zonas rurales del Distrito, puesto que es autoridad ambiental para el perímetro urbano de Bogotá y la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) lo es área rural del Distrito Capital.

Con esta declaratoria, el camino le quedó despejado al Distrito para avanzar en la posibilidad de adquirir los predios correspondientes a Van der Hammen sin necesidad de hacer un proceso de compra y sólo con una expropiación.

“La Reserva Regional Thomas Van Der Hammen ubicada en el área rural del norte de la cuidad fue declarada por la Corporación  Autónoma Regional Cundinamarca CAR, y la decisión de derogar la declaratoria de utilidad pública para la adquisición de los terrenos allí ubicados, no modifica en modo alguno los actos administrativos mediante los cuales el Consejo Directivo de la CAR la creó y estableció su Plan de Manejo Ambiental”, afirmaron desde la Alcaldía de Bogotá a través de un comunicado.

Así las cosas, se convierte esta decisión en un nuevo capítulo del polémico debate que se ha generado en Bogotá por la posible utilización de estos predios de reserva natural para realizar proyectos urbanos, sobre los cuales el alcalde Enrique Pañalosa siempre se ha fundamentado en que “la reserva actual posee 1.400 hectáreas y mantiene 700 hectáreas en terrenos privados sin acceso al público y sin árboles en cultivos comerciales”.

Ahora, se esperan las nuevas reacciones de quienes se oponen a esta decisión de Peñalosa y se ha apoyado en otros estudios para demostrar que es una medida innecesaria por cuanto el crecimiento de Bogotá no requiere la utilización de este predio de reserva natural que posee “suelos ricos en materia orgánica y en productos minerales derivados de cenizas volcánicas que trajeron los vientos en las erupciones pasadas de la Cordillera Central. Suelos productivos y considerados los mejores del país”, según el científico Sergio Gaviria.