Las 15 principales ciudades del mundo tienen a día de hoy, más de 20 millones de habitantes. Entre ellas, únicamente Nueva York, octava con sus 23 millones de habitantes, corresponde al eje Noroeste que ha predominado en nuestro planeta. Hace falta pasar revista a las 30 principales con más de 12 millones de habitantes, para ver figurar a Los Angeles y Londres.
El 90% del crecimiento mundial urbano se sitúa en África y en Asia, y más de un tercio se concentra en solamente tres países, India, China y Nigeria, en los que va a crecer, en los próximos 30 años, una población urbana equivalente a 1,5 veces Europa.
El horizonte urbano se acelera también en toda África, que basculará hacia más del 50% de población urbana, con un crecimiento particularmente acelerado de las ciudades de un millón de habitantes, en paralelo de las grandes metrópolis como Lagos, El Cairo, Kinshasa, Luanda, que continuarán su expansión irreversible. Una ciudad como Lagos tiene a día de hoy una población equivalente a la mitad de España y a un tercio de Francia.
El 12% de la población mundial habita a día de hoy en 28 ciudades, pero al mismo tiempo, el 50% de la población habita en ciudades de menos de 500.000 habitantes. Las ciudades medianas, entre 300.000 y 5.000.000 de habitantes continuarán creciendo. Igualmente, si en 15 años, 41 grandes metrópolis mundiales aglutinarán el 15% de la población mundial, el 45% de la población continuará viviendo en ciudades medianas.
Vivimos un doble desarrollo urbano, de un lado, la hyper metrópolis (término novedoso que ilustra este fenómeno), donde se puede ver el diseño de regiones metropolitanas, con 50 millones de habitantes, como las de Shanghái y Canton, y de otro lado, una fuerte migración del ámbito rural a las 4.000 ciudades de 500.000 a 1.500.000 habitantes, dirigida por un desarrollo esencialmente informal y sin ninguna planificación de servicios, incluyendo los esenciales, del hábitat urbano.
Este es el panorama mundial que se ha considerado en la reunión de 192 países en Quito con ocasión de HABITAT III y de la firma de una nueva agenda urbana.
La nueva agenda urbana, a diferencia de la COP22 de Paris, no es un acuerdo vinculante. Se trata de una « visión y valores comunes compartidos », en vista a desarrollar las ciudades y los territorios urbanos de forma más segura, inclusiva, resiliente y sostenible. Cada cuatro años, habrá un informe de seguimiento al respecto de la puesta en conformidad con los objetivos de desarrollo sostenible. Punto importante, por primera vez la ONU reconoció la fuerza de las ciudades con las organizaciones internacionales representando a los Alcaldes y Dirigentes de Colectividades Locales, y promueve su gobernanza así como la participación del resto de los actores de la ciudad, en las etapas de generación y gestión. Ademas de la re-fundación de ONU HABITAT, siguen en suspenso las siguientes cuestiones: ¿quién pondrá en práctica estos acuerdos?, ¿a quién pertenece la ciudad? El derecho a la ciudad es a día de hoy inseparable de la democracia y del respeto a los derechos humanos, comenzando por los servicios básicos… Lo cual esta aun lejos de ser alcanzado en nuestro planeta urbanizado.
Cortesia de Carlos Moreno. Texto original escrito en francés para el Diario La Tribune.
En español, para el portal I-Ambiente con traduccion de Guillermo Mas (@Guille_Mas)