Tan solo en 2018 murieron unos 800 manatíes. Además, en los últimos 100 años, los bosques de manglar han sido talados a un ritmo alarmante: Tampa Bay ha perdido casi el 50 % de sus manglares.
Los manatíes aman los manglares, sitios que usan para alimentarse, así como para el descanso y la crianza. Sin embargo, estas dos importantes cualidades de las costas de Florida están en peligro, por lo que investigadores del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) están ahondando en las cuatro principales amenazas a las que se ve sometida esta especie.
La primera de las amenazas identificada es el desarrollo costero e infraestructura insostenibles. Los increíbles recursos naturales de la costa de Florida han permitido el crecimiento de una floreciente economía que disfrutan tanto residentes como turistas, pero los manglares y los humedales han sido arrasados para dar paso a centros turísticos, puertos, carreteras, expansión de la ciudad e industria, perdiendo todos los beneficios que brindan tanto a los humanos como a la vida silvestre.
En segunda instancia están identificados el mal manejo agrícola y deficiente gestión del agua. Cuando las granjas usan en exceso o inadecuadamente los pesticidas, fertilizantes, desechos animales y otros productos químicos tóxicos, se contamina el suministro de agua con estos productos químicos. El agua contaminada fluye hacia la costa y daña a las plantas y animales silvestres.
De otro lado, los investigadores analizan las consecuencias de la Pesca y acuicultura desmedida, debido a que la sobrepesca puede ocasionar que desaparezcan los eslabones de la cadena alimenticia marina y la acuicultura puede generar un exceso de nutrientes que llegan al mar. Ambas situaciones cambian el delicado equilibrio de los ecosistemas.
Finalmente, pero no menos importante, la devastación del Cambio climático, que está afectando toda la vida en la Tierra, también hace sus daños en la vía de los manatíes y los manglares, quienes nos están exentos. Las condiciones climáticas anormales traen consigo más frentes fríos, a los que los manatíes son muy sensibles; alrededor de 70 manatíes murieron a causa del estrés ocasionado por el frío en 2018. Para los manglares, el aumento del nivel del mar es la mayor amenaza relacionada con el clima.