Uno de los pasos para ejecutar la prótesis consiste en medir esas ondas cerebrales.
Bajo la premisa de que si una persona en condición de discapacidad se concentra lo suficiente puede mover el dispositivo para agarrar objetos con un peso de hasta tres kilogramos, investigadores de la Universidad Nacional de Colombia trabajan en el desarrollo de una prótesis de mano controlada por ondas cerebrales.
Esta apuesta, ha logrado sus pasos de desarrollo gracias a la tecnología Bluetooth, electrodos ubicados en la frente ayudan a emitir órdenes eléctricas (por medio de ondas cerebrales) que llegan a un dispositivo de mano permitiendo la libre movilidad en el agarre de objetos.
“Cuando una persona está escuchando tiene una activación neuronal que hace que en las regiones del cerebro haya más corriente por la actividad realizada; lo mismo ocurre con el movimiento del brazo: el cerebro emite electricidad para que se mueva”, destacó Andrés Mauricio Cruz Rodríguez, físico y magíster en Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.).
El académico, resaltó que este tipo de avances tecnológicos en favor de mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidades por pérdida de miembro superior, son posibles gracias a los mapeos cerebrales que se han realizado a lo largo de la historia y que demuestran que el cerebro funciona mediante impulsos.
“Vimos que las señales alfa se incrementaban de forma elevada y logramos captarlas a través de un electrodo, luego de lo cual las llevamos por medio de conductores a un microprocesador que hace que el dispositivo de mano se mueva. Estas señales siempre están presentes en el ser humano –incluso en el sueño– y solo desaparecen con la muerte”, agregó Cruz Rodríguez.
Además, el físico advirtió que en los mapeos realizados se observó que la región frontal del cerebro está dedicada por completo a la concentración y a la atención. Igualmente, detalló que uno de los pasos para ejecutar la prótesis consiste en medir esas ondas cerebrales. Para ello, el investigador diseñó un equipo que le permitía ver que cuando la persona se concentra se puede identificar ese patrón intangible.
De otro lado, dentro de la investigación se demostró que la respuesta al movimiento se da en 40 milisegundos después de que la persona piensa en realizar la acción, y que los niños son quienes se concentraban mejor.
Para el ensayo del prototipo el físico contó con la participación de cuatro niños y dos adultos, y con juegos que medían la concentración de los participantes conectados a los electrodos.
“Una persona que pudiera utilizar la prótesis pasaba por una etapa de entrenamiento para concentrase y pensar en generar el movimiento de la prótesis, aumentar las ondas cerebrales y realizar el movimiento”, sostuvo el docente.
El investigador aclaró que el objetivo era definir cómo desde la física se podía establecer un enlace directo entre el cerebro y una máquina sin utilizar acciones motoras directas, es decir, vínculos con los músculos que sí utilizan algunas prótesis. Aclaró, además, que no generan ningún tipo de afectación en el cerebro ni dolor de cabeza.
Con información de la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional.